Nueva Biblia Latinoamericana
Porque El te libra del lazo del cazador Y de la pestilencia mortal. (Salmos 91:3)
Con Sus plumas te cubre, Y bajo Sus alas hallas refugio; Escudo y baluarte es Su fidelidad. (Salmos 91:4)
No temerás el terror de la noche, Ni la flecha que vuela de día, (Salmos 91:5)
Ni la pestilencia que anda en tinieblas, Ni la destrucción que hace estragos en medio del día.
Aunque caigan mil a tu lado Y diez mil a tu diestra, A ti no se acercará. (Salmos 91:7)
Con tus ojos mirarás Y verás la paga de los impíos. (Salmos 91:8)
Porque has puesto al SEÑOR, que es mi refugio, Al Altísimo, por tu habitación. (Salmos 91:9)

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Salmos 91:6 - Referencia Cruzada

Todos comieron el mismo alimento espiritual, (1 Corintios 10:3)
Entonces se colocó entre los muertos y los vivos, y la plaga se detuvo. (Números 16:48)
El SEÑOR es tu guardador; El SEÑOR es tu sombra a tu mano derecha. (Salmos 121:5)
Ustedes van a oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No se alarmen, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. (Mateo 24:6)
Y el SEÑOR envió pestilencia sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo señalado; y desde Dan hasta Beerseba murieron 70,000 hombres del pueblo. (2 Samuel 24:15)
Aconteció que aquella misma noche salió el ángel del SEÑOR e hirió a 185,000 en el campamento de los Asirios. Cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres. (2 Reyes 19:35)
Y a la medianoche, el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito del ganado. (Éxodo 12:29)