Nueva Biblia Latinoamericana
E hirió a todos los primogénitos en Egipto, Las primicias de su virilidad en las tiendas de Cam. (Salmos 78:51)
Pero a Su pueblo lo sacó como a ovejas, Como a rebaño los condujo en el desierto; (Salmos 78:52)
Los guió con seguridad, de modo que no temieron, Pero el mar se tragó a sus enemigos. (Salmos 78:53)
Los trajo, pues, a Su tierra santa, A esta tierra montañosa que Su diestra había adquirido.
Y expulsó a las naciones de delante de ellos; Las repartió con medida por herencia, E hizo habitar en sus tiendas a las tribus de Israel. (Salmos 78:55)
Sin embargo ellos pusieron a prueba y provocaron al Dios Altísimo, Y no guardaron Sus testimonios, (Salmos 78:56)
Sino que se volvieron atrás y fueron desleales como sus padres; Se desviaron como arco engañoso. (Salmos 78:57)

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Salmos 78:54 - Referencia Cruzada

¿Por qué miran con envidia, oh montes de muchos picos, Al monte que Dios ha deseado para morada Suya? Ciertamente el SEÑOR habitará allí para siempre. (Salmos 68:16)
Y plantará las tiendas de su pabellón entre los mares y el monte glorioso y santo. Pero llegará a su fin y no habrá quien lo ayude. (Daniel 11:45)
Pues no fue por su espada que tomaron posesión de la tierra, Ni fue su brazo el que los salvó, Sino Tu diestra y Tu brazo, y la luz de Tu presencia, Porque Te complaciste en ellos. (Salmos 44:3)
Tú los traerás y los plantarás en el monte de Tu heredad, El lugar que has hecho para Tu morada, oh SEÑOR, El santuario, oh Señor, que Tus manos han establecido. (Éxodo 15:17)
que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios , para alabanza de Su gloria. (Efesios 1:14)
No dañarán ni destruirán en todo Mi santo monte, Porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR Como las aguas cubren el mar. (Isaías 11:9)
En Tu misericordia has guiado al pueblo que has redimido; Con Tu poder los has guiado a Tu santa morada. (Éxodo 15:13)
Oh Señor, conforme a todos Tus actos de justicia, apártese ahora Tu ira y Tu furor de Tu ciudad, Jerusalén, Tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y Tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean. (Daniel 9:16)