Nueva Biblia Latinoamericana
No lo ocultaremos a sus hijos, Sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, Su poder y las maravillas que hizo. (Salmos 78:4)
Porque El estableció un testimonio en Jacob, Y puso una ley en Israel, La cual ordenó a nuestros padres Que enseñaran a sus hijos, (Salmos 78:5)
Para que la generación venidera lo supiera, aun los hijos que habían de nacer, Y éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos, (Salmos 78:6)
Para que ellos pusieran su confianza en Dios, Y no se olvidaran de las obras de Dios Sino que guardaran Sus mandamientos;
Y que no fueran como sus padres, Una generación porfiada y rebelde, Generación que no preparó su corazón, Y cuyo espíritu no fue fiel a Dios. (Salmos 78:8)
Los hijos de Efraín eran arqueros bien equipados, Pero volvieron las espaldas el día de la batalla. (Salmos 78:9)
No guardaron el pacto de Dios Y rehusaron andar en Su ley; (Salmos 78:10)

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Salmos 78:7 - Referencia Cruzada

Recuerden las maravillas que El ha hecho, Sus prodigios y los juicios de Su boca, (Salmos 105:5)
y después de dar gracias, lo partió y dijo: "Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí." (1 Corintios 11:24)
Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos. (Deuteronomio 4:9)
Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos. (Deuteronomio 8:2)
Bendice, alma mía, al SEÑOR, Y no olvides ninguno de Sus beneficios. (Salmos 103:2)
Cuídate de no olvidar al SEÑOR tu Dios dejando de guardar Sus mandamientos, Sus ordenanzas y Sus estatutos que yo te ordeno hoy; (Deuteronomio 8:11)
Por medio de El son creyentes en Dios, que Lo resucitó de entre los muertos y Le dio gloria, de manera que la fe y esperanza de ustedes sean en Dios. (1 Pedro 1:21)
Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, Pues de El viene mi esperanza. (Salmos 62:5)
Y guardarán esta ceremonia como ordenanza para ustedes y para sus hijos para siempre. (Éxodo 12:24)
Porque éste es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles. (1 Juan 5:3)
Porque en Mí ha puesto su amor, Yo entonces lo libraré; Lo exaltaré, porque ha conocido Mi nombre. (Salmos 91:14)
Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, Cuya confianza es el SEÑOR. (Jeremías 17:7)
Y todo lo que pidamos lo recibimos de El, porque guardamos Sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de El. (1 Juan 3:22)
¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que Me temieran, y guardaran siempre todos Mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre! (Deuteronomio 5:29)
Mi alma espera al Señor Más que los centinelas a la mañana; Sí, más que los centinelas a la mañana. (Salmos 130:6)
Aquí está la perseverancia de los santos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. (Apocalipsis 14:12)
Entonces dije: "Este es mi dolor: Que la diestra del Altísimo ha cambiado." (Salmos 77:10)
No tengas temor de ellas; recuerda bien lo que el SEÑOR tu Dios hizo a Faraón y a todo Egipto: (Deuteronomio 7:18)
entonces ten cuidado, no sea que te olvides del SEÑOR que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre (de esclavos). (Deuteronomio 6:12)
Bienaventurado aquél cuya ayuda es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en el SEÑOR su Dios, (Salmos 146:5)
El que tiene Mis mandamientos y los guarda, ése es el que Me ama; y el que Me ama será amado por Mi Padre; y Yo lo amaré y Me manifestaré a él." (Juan 14:21)
los Judíos establecieron e hicieron una costumbre para ellos, para sus descendientes y para todos los que se aliaban con ellos, que no dejarían de celebrar estos dos días conforme a su ordenanza y conforme a su tiempo señalado cada año. (Ester 9:27)
Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el SEÑOR su confianza, Y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad. (Salmos 40:4)