Tú, oh SEÑOR, no retengas Tu compasión de mí; Tu misericordia y Tu fidelidad me guarden continuamente,
(Salmos 40:11)
Porque me rodean males sin número; Mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver; Son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, Y el corazón me falla.
(Salmos 40:12)
Ten a bien, oh SEÑOR, libertarme; Apresúrate, SEÑOR, a socorrerme.
(Salmos 40:13)
Sean avergonzados y humillados a una Los que buscan mi vida para destruirla; Sean vueltos atrás y cubiertos de ignominia Los que se complacen en mi mal.
Queden atónitos a causa de su vergüenza Los que me dicen: "¡Ajá, ajá!"
(Salmos 40:15)
Regocíjense y alégrense en Ti todos los que Te buscan; Que los que aman Tu salvación digan continuamente: "¡Engrandecido sea el SEÑOR!"
(Salmos 40:16)
Por cuanto yo estoy afligido y necesitado, El Señor me tiene en cuenta. Tú eres mi ayuda y mi libertador; Dios mío, no Te tardes.
(Salmos 40:17)
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Salmos 40:14 - Referencia Cruzada
Cuando mis enemigos retroceden, Tropiezan y perecen delante de Ti.
(Salmos 9:3)
De Mí dirán: 'Sólo en el SEÑOR hay justicia y fuerza.' A El vendrán y serán avergonzados Todos los que contra El se enojaron.
(Isaías 45:24)
Sean avergonzados y humillados a una los que se alegran de mi mal; Cúbranse de vergüenza y deshonra los que se engrandecen contra mí.
(Salmos 35:26)
Al caer a tierra, oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?"
(Hechos 9:4)
Sean avergonzados y consumidos los enemigos de mi alma; Sean cubiertos de afrenta y de ignominia los que procuran mi mal.
(Salmos 71:13)
Y cuando El les dijo: "Yo soy," retrocedieron y cayeron a tierra.
(Juan 18:6)
Sean avergonzados y humillados Los que buscan mi vida; Sean vueltos atrás y cubiertos de ignominia Los que se complacen en mi mal.
(Salmos 70:2)
Al instante un ángel del Señor lo hirió, por no haber dado la gloria a Dios; y Herodes (Agripa I) murió comido de gusanos.
(Hechos 12:23)
Ciertamente, los que se enojan contra ti serán avergonzados y humillados. Los que luchen contigo serán como nada y perecerán.
(Isaías 41:11)
Oh SEÑOR, no sea yo avergonzado, porque a Ti clamo; Sean avergonzados los impíos; que desciendan en silencio al Seol.
(Salmos 31:17)
Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: 'Este es el heredero; vengan, matémoslo y apoderémonos de su heredad.'
(Mateo 21:38)
Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida; Sean puestos en fuga y humillados los que traman el mal contra mí.
(Salmos 35:4)