Nueva Biblia Latinoamericana
Apresúrate a socorrerme, Oh Señor, salvación mía. (Salmos 38:22)
Para el director del coro, para Jedutún. Salmo de David. Yo dije: "Guardaré mis caminos Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca como con mordaza Mientras el impío esté en mi presencia." (Salmos 39:1)
Enmudecí y callé; Guardé silencio aun acerca de lo bueno, Y se agravó mi dolor. (Salmos 39:2)
Ardía mi corazón dentro de mí; Mientras meditaba, se encendió el fuego; Entonces dije con mi lengua:
SEÑOR, hazme saber mi fin, Y cuál es la medida de mis días, Para que yo sepa cuán efímero soy. (Salmos 39:4)
Tú has hecho mis días muy breves, Y mi existencia es como nada delante de Ti; Ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. (Selah) (Salmos 39:5)
Sí, como una sombra anda el hombre; Ciertamente en vano se afana; Acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá. (Salmos 39:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 39:3":

Omar Soto
¿Hasta cuando?
El artículo habla sobre la importancia de buscar el favor de Dios en nuestras vidas y cómo esto puede suceder si venimos a Dios con intenciones claras y correctas. También enfatiza la necesidad de arrepentirse y pedir perdón por nuestras propias decisiones y acciones. El autor comparte un testimonio personal y termina con una oración para recibir las bendiciones de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Salmos 39:3 - Referencia Cruzada

Y se dijeron el uno al otro: "¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?" (Lucas 24:32)
El Espíritu me levantó y me tomó; yo iba con amargura en la indignación de mi espíritu, y la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí. (Ezequiel 3:14)
Pero si digo: "No Lo recordaré Ni hablaré más en Su nombre," Esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente Encerrado en mis huesos. Hago esfuerzos por contenerlo , Y no puedo. (Jeremías 20:9)