Nueva Biblia Latinoamericana
El SEÑOR mira desde los cielos; El ve a todos los hijos de los hombres. (Salmos 33:13)
Desde el lugar de su morada El observa A todos los habitantes de la tierra; (Salmos 33:14)
El es el que modela el corazón de cada uno de ellos; El es el que entiende todas las obras de ellos. (Salmos 33:15)
El rey no se salva por gran ejército; Ni es librado el valiente por la mucha fuerza.
Falsa esperanza de victoria (salvación) es el caballo, Ni con su mucha fuerza puede librar. (Salmos 33:17)
Los ojos del SEÑOR están sobre los que Le temen, Sobre los que esperan en Su misericordia, (Salmos 33:18)
Para librar su alma de la muerte, Y conservarlos con vida en tiempos de hambre. (Salmos 33:19)

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Salmos 33:16 - Referencia Cruzada

Entonces dijo Jonatán: "Mira, vamos a pasar hacia esos hombres y nos mostraremos a ellos. (1 Samuel 14:8)
Los Madianitas, los Amalecitas y todos los hijos del oriente estaban recostados en el valle, numerosos como langostas; y sus camellos eran innumerables, tan numerosos como la arena a la orilla del mar. (Jueces 7:12)
Con él está sólo un brazo de carne, pero con nosotros está el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas." Y el pueblo confió en las palabras de Ezequías, rey de Judá. (2 Crónicas 32:8)
Y el SEÑOR dijo a Gedeón: "El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que Yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso, y diga: 'Mi propia fortaleza me ha librado.' (Jueces 7:2)
Entonces dijo David al Filisteo: "Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado. (1 Samuel 17:45)
Ahora pues, dame esta región montañosa de la cual el SEÑOR habló aquel día, porque tú oíste aquel día que allí había Anaceos con grandes ciudades fortificadas. Tal vez el SEÑOR esté conmigo y los expulsaré como el SEÑOR ha dicho." (Josué 14:12)
Así dice el SEÑOR: "No se gloríe el sabio de su sabiduría, Ni se gloríe el poderoso de su poder, Ni el rico se gloríe de su riqueza; (Jeremías 9:23)
Salieron ellos, y todos sus ejércitos con ellos, tanta gente como la arena que está a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros. (Josué 11:4)
Y Ben Adad envió a decirle: "Así me hagan los dioses y aun me añadan, si el polvo de Samaria bastará para llenar las manos de todo el pueblo que me sigue." (1 Reyes 20:10)
Porque los Amonitas y los Moabitas se levantaron contra los habitantes del Monte Seir destruyéndolos completamente, y cuando habían acabado con los habitantes de Seir, se pusieron a destruirse unos a otros. (2 Crónicas 20:23)
Entonces Isbi Benob, que era de los descendientes del gigante, y cuya lanza pesaba 300 siclos (3.4 kilos) de bronce, y que estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David; (2 Samuel 21:16)
Zera el etíope salió contra ellos con un ejército de 1,000,000 de hombres y 300 carros, y vino hasta Maresa. (2 Crónicas 14:9)
Y los Israelitas fueron alistados y provistos de raciones, y salieron a su encuentro. Los Israelitas acamparon delante de ellos como dos rebaños pequeños de cabras pero los Arameos llenaban la tierra. (1 Reyes 20:27)
Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia Ti." (2 Crónicas 20:12)
Porque yo no confiaré en mi arco, Ni me podrá salvar mi espada; (Salmos 44:6)
Entonces de los ejércitos de los Filisteos salió un campeón llamado Goliat, de Gat, cuya estatura era de casi tres metros (6 codos y un palmo). (1 Samuel 17:4)
Pero Yo endureceré el corazón de los Egipcios para que entren a perseguirlos. Me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería. (Éxodo 14:17)
El SEÑOR envió un ángel que destruyó a todo guerrero valiente, comandante y capitán en el campamento del rey de Asiria. Así regresó avergonzado a su propia tierra. Y cuando entró al templo de su dios, algunos de sus propios hijos lo mataron allí a espada. (2 Crónicas 32:21)
Las aguas volvieron y cubrieron los carros y la caballería, a todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar. No quedó ni uno de ellos. (Éxodo 14:28)
Pues no fue por su espada que tomaron posesión de la tierra, Ni fue su brazo el que los salvó, Sino Tu diestra y Tu brazo, y la luz de Tu presencia, Porque Te complaciste en ellos. (Salmos 44:3)