Nueva Biblia Latinoamericana
Porque Tú eres mi roca y mi fortaleza, Y por amor de Tu nombre me conducirás y me guiarás. (Salmos 31:3)
Me sacarás de la red que en secreto me han tendido; Porque Tú eres mi refugio. (Salmos 31:4)
En Tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad. (Salmos 31:5)
Aborrezco a los que confían en ídolos vanos; Pero yo confío en el SEÑOR.
Me gozaré y me alegraré en Tu misericordia, Porque Tú has visto mi aflicción; Has conocido las angustias de mi alma, (Salmos 31:7)
Y no me has entregado en manos del enemigo; Tú has puesto mis pies en lugar espacioso. (Salmos 31:8)
Ten piedad de mí, oh SEÑOR, porque estoy en angustia; Se consumen de sufrir mis ojos, mi alma y mis entrañas. (Salmos 31:9)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 31:6":

Charles Spurgeon
No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Samuel Acevedo
Dios mío, por qué me has desamparado?
El pastor habla sobre cómo sentir la presencia de Dios y confiar en su guía y protección, incluso en momentos de sentirse perdido y abandonado.


Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Salmos 31:6 - Referencia Cruzada

Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo." Y se lo llevaron. (Juan 2:8)
Pero ellos a una son torpes y necios En su enseñanza de vanidades, pues su ídolo es un leño. (Jeremías 10:8)
Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; Desde lejos comprendes mis pensamientos. (Salmos 139:2)
El de manos limpias y corazón puro, El que no ha alzado su alma a la falsedad Ni jurado con engaño. (Salmos 24:4)
Aborrezco la reunión de los malhechores, Y no me sentaré con los impíos. (Salmos 26:5)
Por tanto, en cuanto a comer de lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es nada (no tiene verdadera existencia) en el mundo, y que no hay sino un solo Dios. (1 Corintios 8:4)
Tributen al SEÑOR, oh familias de los pueblos, Tributen al SEÑOR gloria y poder. (1 Crónicas 16:28)
Den al SEÑOR, oh familias de los pueblos, Den al SEÑOR gloria y poder. (Salmos 96:7)
Vanidad son, obra ridícula, En el tiempo de su castigo perecerán. (Jeremías 10:15)
Pues aunque conocían a Dios, no Lo honraron (no Lo glorificaron) como a Dios ni Le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. (Romanos 1:21)
No, sino que digo que lo que los Gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que ustedes sean partícipes con los demonios. (1 Corintios 10:20)
Los que confían en ídolos vanos Su propia misericordia abandonan. (Jonás 2:8)