Nueva Biblia Latinoamericana
El SEÑOR prueba al justo y al impío, Y Su alma aborrece al que ama la violencia. (Salmos 11:5)
Sobre los impíos hará llover carbones encendidos; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción de su copa. (Salmos 11:6)
Pues el SEÑOR es justo; El ama la justicia; Los rectos contemplarán Su rostro. (Salmos 11:7)
Para el director del coro; sobre una lira de ocho cuerdas. Salmo de David. Salva, SEÑOR, porque el piadoso deja de ser; Porque los fieles desaparecen de entre los hijos de los hombres.
Falsedad habla cada uno a su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón. (Salmos 12:2)
Corte el SEÑOR todo labio lisonjero, La lengua que habla con exageración; (Salmos 12:3)
A los que han dicho: "Con nuestra lengua prevaleceremos, Nuestros labios nos defienden; ¿quién es señor sobre nosotros?" (Salmos 12:4)

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Salmos 12:1 - Referencia Cruzada

Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Masquil de David, cuando los Zifeos vinieron y dijeron a Saúl: "¿No está David escondido entre nosotros?" ¡Sálvame! Oh Dios, por Tu nombre, Y hazme justicia con Tu poder. (Salmos 54:1)
Si el SEÑOR de los ejércitos No nos hubiera dejado algunos sobrevivientes, Seríamos como Sodoma, Y semejantes a Gomorra. (Isaías 1:9)
Para el director del coro; con instrumentos de cuerda, sobre una lira de ocho cuerdas. Salmo de David. SEÑOR, no me reprendas en Tu ira, Ni me castigues en Tu furor. (Salmos 6:1)
Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. (Mateo 24:12)
El justo perece, y no hay quien se preocupe; Los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda. Porque el justo es arrebatado ante el mal, (Isaías 57:1)
Muchos hombres proclaman su propia lealtad, Pero un hombre digno de confianza, ¿quién lo hallará? (Proverbios 20:6)
Miré, y no había quien ayudara, Me asombré de que no hubiera quien apoyara. Entonces Mi propio brazo obtuvo salvación por Mí, Y fue Mi propio furor el que Me sostuvo. (Isaías 63:5)
Vuélvete, SEÑOR, rescata mi alma; Sálvame por Tu misericordia. (Salmos 6:4)
Recorran las calles de Jerusalén, Y miren ahora, e infórmense; Busquen en sus plazas, A ver si hallan algún hombre, Si hay quien haga justicia, que busque la verdad, Y Yo la perdonaré. (Jeremías 5:1)
Dios miró a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne (toda la gente) había corrompido su camino sobre la tierra. (Génesis 6:12)
¡Ay de mí!, porque soy Como los recogedores de frutos de verano, como los rebuscadores en la vendimia. No hay racimo de uvas que comer, Ni higo temprano que tanto deseo. (Miqueas 7:1)
Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó: "¡Señor, sálvame!" (Mateo 14:30)
¡Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque Tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla; Rompes los dientes de los impíos. (Salmos 3:7)
No hay quien clame con justicia ni quien abogue con honestidad. Confían en la confusión, y hablan falsedades; Conciben malicia, y dan a luz iniquidad. (Isaías 59:4)
Matatías, Elifelehu, Micnías, Obed Edom, Jeiel y Azazías, para dirigir con liras templadas para el seminit (arpas de ocho cuerdas). (1 Crónicas 15:21)
¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel, La que estaba llena de justicia! Moraba en ella la rectitud, Pero ahora, asesinos. (Isaías 1:21)
Llegándose a El, Lo despertaron, diciendo: "¡Señor, sálvanos , que perecemos!" (Mateo 8:25)
Transgredir y negar al SEÑOR, Apartarse de nuestro Dios, Hablar de opresión y rebelión, Concebir y proferir en el corazón palabras mentirosas. (Isaías 59:13)