Ellos dijeron a Dios: 'Apártate de nosotros' Y: '¿Qué puede hacernos el Todopoderoso?'
(Job 22:17)El había llenado de bienes sus casas, Pero el consejo de los malos está lejos de mí.
(Job 22:18)Los justos ven y se alegran, Y el inocente se burla de ellos,
(Job 22:19)Diciendo: 'Ciertamente nuestros adversarios han sido destruidos, Y el fuego ha consumido su abundancia.'
Cede ahora y haz la paz con El, Así te vendrá el bien.
(Job 22:21)Recibe, te ruego, la instrucción (la ley) de Su boca, Y pon Sus palabras en tu corazón.
(Job 22:22)Si vuelves al Todopoderoso, serás restaurado (edificado). Si alejas de tu tienda la injusticia,
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Job 22:20 - Referencia Cruzada
Devuelve lo que ha ganado, No lo puede tragar; En cuanto a las riquezas de su comercio, No las puede disfrutar.
(Job 20:18)Completas tinieblas están reservadas para sus tesoros; Fuego no atizado lo devorará, Y consumirá al que quede en su tienda.
(Job 20:26)Recuerda ahora, ¿quién siendo inocente ha perecido jamás? ¿O dónde han sido destruidos los rectos?
(Job 4:7)pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos.
(Lucas 17:29)En esa misma ocasión había allí algunos que contaron a Jesús acerca de los Galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios.
(Lucas 13:1)Entonces el SEÑOR hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra, de parte del SEÑOR desde los cielos.
(Génesis 19:24)Yo conozco los pensamientos de ustedes, Y los designios con los cuales me dañarían.
(Job 21:27)¿Acaso tuerce Dios la justicia O tuerce el Todopoderoso (Shaddai) lo que es justo?
(Job 8:3)Porque tu culpa enseña a tu boca, Y escoges el lenguaje de los astutos.
(Job 15:5)No escapará de las tinieblas, Secará la llama sus renuevos, Y por el soplo de Su boca desaparecerá.
(Job 15:30)Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: "Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió; sólo yo escapé para contárselo a usted."
(Job 1:16)También condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después.
(2 Pedro 2:6)