Nueva Biblia Latinoamericana
Temeroso estoy de todos mis dolores, Sé que Tú no me absolverás. (Job 9:28)
Si soy impío, ¿Para qué, pues, esforzarme en vano? (Job 9:29)
Si me lavara con nieve Y limpiara mis manos con lejía, (Job 9:30)
Aun así me hundirías en la fosa, Y mis propios vestidos me aborrecerían.
Porque El no es hombre como yo, para que Le responda, Para que juntos vengamos a juicio. (Job 9:32)
No hay árbitro entre nosotros, Que ponga su mano sobre ambos. (Job 9:33)
Que El quite de mí Su vara, Y no me espante Su terror. (Job 9:34)

Otras publicaciones relacionadas con "Job 9:31":

Charles Spurgeon
Los hombres perversos no ocasionarán nuestra caída
Consejos para mantenerse firme ante hombres malvados y engañosos. Confía en Dios y Él te protegerá.


Charles Spurgeon
Nadie puede dañar a aquellos que confían en el Dios vivo
Artículo sobre la protección divina para aquellos que confían en el Dios vivo y cómo los miedos supersticiosos y la brujería no pueden afectar al pueblo de Dios.


Job 9:31 - Referencia Cruzada

Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por El lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, (Filipenses 3:8)
Tu propia boca te condena, y no yo, Y tus propios labios testifican contra ti. (Job 15:6)
Todos nosotros somos como el inmundo, Y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas. Todos nos marchitamos como una hoja, Y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran. (Isaías 64:6)
Aunque soy justo, mi boca me condenará; Aunque soy inocente (íntegro), El me declarará culpable. (Job 9:20)
Sus telas no servirán de vestidos, Ni se cubrirán con lo que hacen. Sus obras son obras de iniquidad, Y actos de violencia hay en sus manos. (Isaías 59:6)