Y su padre Jacob les dijo: "Ustedes me han privado de mis hijos; José ya no existe, y Simeón ya no existe, y ahora se quieren llevar a Benjamín. Todas estas cosas son contra mí." (Génesis 42:36)

Entonces Rubén habló a su padre: "Puedes dar muerte a mis dos hijos, si no te lo traigo. Ponlo bajo mi cuidado, y yo te lo devolveré." (Génesis 42:37)

Pero Jacob dijo: "Mi hijo no descenderá con ustedes. Pues su hermano ha muerto, y sólo él me queda. Si algo malo le acontece en el viaje en que van, harán descender mis canas con dolor al Seol (región de los muertos)." (Génesis 42:38)

El hambre iba agravándose en la tierra.

Y cuando acabaron de comer el grano que habían traído de Egipto, su padre les dijo: "Vuelvan allá y cómprennos un poco de alimento." (Génesis 43:2)

Pero Judá le respondió: "Aquel hombre claramente nos advirtió: 'No verán mi rostro si su hermano no está con ustedes.' (Génesis 43:3)

Si envías a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y compraremos alimento. (Génesis 43:4)

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Génesis 43:1 - Referencia Cruzada

comenzaron a venir los siete años de hambre, tal como José había dicho. Entonces hubo hambre en todas las tierras, pero en toda la tierra de Egipto había alimento. (Génesis 41:54)

Y el SEÑOR dijo a Abraham: "¿Por qué se rió Sara, diciendo: '¿Concebiré en verdad siendo yo tan vieja?' (Génesis 18:13)

Pero hubo hambre en el país, y Abram descendió a Egipto para pasar allí un tiempo, porque el hambre era severa en aquella tierra. (Génesis 12:10)

Pues bien, he tomado todas estas cosas en mi corazón y declaro todo esto: que los justos y los sabios y sus hechos están en la mano de Dios. Los hombres no saben ni de amor ni de odio, aunque todo está delante de ellos. (Eclesiastés 9:1)

Los Israelitas fueron junto con los que iban a comprar grano, pues también había hambre en la tierra de Canaán. (Génesis 42:5)

Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán, y con ella gran aflicción, y nuestros padres (antepasados) no hallaban alimentos. (Hechos 7:11)

Nuestra piel quema como un horno, A causa de los ardores del hambre. (Lamentaciones 5:10)