Nueva Biblia Latinoamericana
Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los que manejaban los negocios del rey ayudaron a los Judíos, porque el temor a Mardoqueo había caído sobre ellos. (Ester 9:3)
Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama se había extendido por todas las provincias, porque Mardoqueo se engrandecía más y más. (Ester 9:4)
Los Judíos hirieron a todos sus enemigos a filo de espada, con matanza y destrucción; e hicieron lo que quisieron con los que los odiaban. (Ester 9:5)
En la fortaleza de Susa los Judíos mataron y destruyeron a 500 hombres,
también a Parsandata, Dalfón, Aspata, (Ester 9:7)
Porata, Adalía, Aridata, (Ester 9:8)
Parmasta, Arisai, Aridai y Vaizata, (Ester 9:9)

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Ester 9:6 - Referencia Cruzada

Salieron los correos apremiados por la orden del rey. El decreto fue promulgado (fue dado al pueblo) en la fortaleza de Susa, y mientras el rey y Amán se sentaron a beber, la ciudad de Susa estaba turbada. (Ester 3:15)