Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando se cumplieron estos días, el rey ofreció un banquete de siete días para todo el pueblo que se encontraba en la fortaleza de Susa, desde el mayor hasta el menor, en el atrio del jardín del palacio del rey. (Ester 1:5)
Había colgaduras de lino blanco y violeta, sostenidas por cordones de lino fino y púrpura en anillos de plata y columnas de mármol, y lechos de oro y plata sobre un pavimento mosaico de pórfido, de mármol, de alabastro y de piedras preciosas. (Ester 1:6)
Las bebidas se servían en vasijas de oro de diferentes formas, y el vino real abundaba conforme a la liberalidad del rey. (Ester 1:7)
Se bebía conforme a la ley, no había obligación, porque así el rey había dado órdenes a todos los oficiales de su casa para que hicieran conforme a los deseos de cada persona.
La reina Vasti también hizo un banquete para las mujeres en el palacio del rey Asuero. (Ester 1:9)
Al séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre a causa del vino, él ordenó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas, los siete eunucos que servían en la presencia del rey Asuero, (Ester 1:10)
que trajeran a la reina Vasti a la presencia del rey con su corona real, para mostrar al pueblo y a los príncipes su belleza, porque era muy hermosa. (Ester 1:11)

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Ester 1:8 - Referencia Cruzada

¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti que mezclas tu veneno hasta embriagarlo, Para contemplar su desnudez! (Habacuc 2:15)
Copa de oro ha sido Babilonia en la mano del SEÑOR, Que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones; Se enloquecieron, por tanto, las naciones. (Jeremías 51:7)
Entonces les dijo: "Saquen ahora un poco y llévenlo al mayordomo." Y se lo llevaron. (Juan 2:8)
Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas, (Jeremías 35:8)