Así que ellos dieron a conocer esta proclama en todas sus ciudades y en Jerusalén: "Salgan al monte y traigan ramas de olivo, ramas de olivo silvestre, ramas de mirto, ramas de palmera y ramas de otros árboles frondosos, para hacer tabernáculos, como está escrito."
(Nehemías 8:15)El pueblo salió y trajeron las ramas y se hicieron tabernáculos, cada uno en su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la Puerta de las Aguas y en la plaza de la Puerta de Efraín.
(Nehemías 8:16)Toda la asamblea de los que habían regresado de la cautividad hicieron tabernáculos y habitaron en ellos. Los Israelitas ciertamente no habían hecho de esta manera desde los días de Josué, hijo de Nun, hasta aquel día. Y hubo gran regocijo.
(Nehemías 8:17)Esdras leyó del Libro de la Ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el último día. Celebraron la fiesta siete días, y al octavo día hubo una asamblea solemne según lo establecido.
El día veinticuatro de ese mes se congregaron los Israelitas en ayuno, vestidos de cilicio y con polvo sobre sí.
(Nehemías 9:1)Y los descendientes de Israel se separaron de todos los extranjeros, y se pusieron en pie, confesando sus pecados y las iniquidades de sus padres.
(Nehemías 9:2)Puestos de pie, cada uno en su lugar, una cuarta parte del día estuvieron leyendo en el Libro de la Ley del SEÑOR su Dios, y otra cuarta parte, estuvieron confesando y adorando al SEÑOR su Dios.
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Nehemías 8:18 - Referencia Cruzada
Durante siete días presentarán al SEÑOR una ofrenda encendida. El octavo día tendrán una santa convocación, y presentarán al SEÑOR una ofrenda encendida; es asamblea solemne. No harán trabajo servil.
(Levítico 23:36)El octavo día ustedes tendrán asamblea solemne; no harán trabajo servil.
(Números 29:35)Entonces Moisés les ordenó: "Al fin de cada siete años, durante el tiempo del año de la remisión de deudas, en la Fiesta de los Tabernáculos,
(Deuteronomio 31:10)En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: "Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba.
(Juan 7:37)