y que siete espigas, menudas y quemadas por el viento del este, brotaron después de aquéllas.
(Génesis 41:6)Y las espigas menudas devoraron a las siete espigas gruesas y llenas. Entonces Faraón despertó, y resultó que era un sueño.
(Génesis 41:7)Y por la mañana su espíritu estaba turbado, y mandó llamar a todos los magos (sacerdotes adivinos), y a todos sus sabios de Egipto. Faraón les contó sus sueños, pero no hubo quien se los pudiera interpretar a Faraón.
(Génesis 41:8)Entonces el jefe de los coperos habló a Faraón: "Quisiera hablar hoy de mis faltas.
Cuando Faraón se enojó con sus siervos y me puso bajo custodia en la casa del capitán de la guardia, a mí y al jefe de los panaderos,
(Génesis 41:10)él y yo tuvimos un sueño en una misma noche. Cada uno de nosotros soñó según la interpretación de su propio sueño.
(Génesis 41:11)Y estaba allí con nosotros un joven Hebreo, un siervo del capitán de la guardia. Y se los contamos, y él nos interpretó los sueños. A cada uno interpretó su sueño.
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Génesis 41:9 - Referencia Cruzada
Pero el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que se olvidó de él.
(Génesis 40:23)Después de estas cosas, sucedió que el copero y el panadero del rey de Egipto ofendieron a su señor, el rey de Egipto.
(Génesis 40:1)Sólo le pido que se acuerde de mí cuando le vaya bien, y le ruego que me haga el favor de hacer mención de mí a Faraón, y me saque de esta casa.
(Génesis 40:14)