Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y los Levitas, y todos aquéllos cuyo espíritu Dios había movido a subir para edificar la casa del SEÑOR que está en Jerusalén.
(Esdras 1:5)Y todos los que habitaban alrededor de ellos los ayudaron con objetos de plata, con oro, con bienes, con ganado y con objetos preciosos, además de todo lo que fue dado como ofrenda voluntaria.
(Esdras 1:6)También el rey Ciro sacó los objetos de la casa del SEÑOR que Nabucodonosor se había llevado de Jerusalén y había puesto en la casa de sus dioses.
(Esdras 1:7)Ciro, rey de Persia, los hizo sacar por mano del tesorero Mitrídates, que los dio contados a Sesbasar, príncipe de Judá.
Este fue su número: 30 platos de oro, 1,000 platos de plata, 29 cuchillos duplicados;
(Esdras 1:9)30 tazas de oro; 410 tazas de plata de otra clase; y 1,000 de varias clases.
(Esdras 1:10)Todos los objetos de oro y de plata fueron 5,400. Sesbasar los trajo todos con los desterrados que subieron de Babilonia a Jerusalén.
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Esdras 1:8 - Referencia Cruzada
El año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, vino la palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac:
(Hageo 1:1)Y el SEÑOR despertó el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y el espíritu de todo el remanente del pueblo. Así que vinieron y comenzaron la obra en la casa del SEÑOR de los ejércitos, su Dios,
(Hageo 1:14)También los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor había sacado del templo que estaba en Jerusalén y llevado al templo de Babilonia, los sacó el rey Ciro del templo de Babilonia, y fueron entregados a Sesbasar, a quien había puesto por gobernador.
(Esdras 5:14)Habla ahora a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y al remanente del pueblo:
(Hageo 2:2)Todos los objetos de oro y de plata fueron 5,400. Sesbasar los trajo todos con los desterrados que subieron de Babilonia a Jerusalén.
(Esdras 1:11)Entonces aquel Sesbasar vino y puso los cimientos de la casa de Dios que está en Jerusalén; y desde entonces hasta ahora se sigue construyendo, pero aún no está terminada.'
(Esdras 5:16)Continuó él, y me dijo: "Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: 'No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu,' dice el SEÑOR de los ejércitos.
(Zacarías 4:6)