Llamé a la sequía sobre la tierra, sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino nuevo, sobre el aceite, sobre lo que produce la tierra, sobre los hombres, sobre el ganado y sobre todo el trabajo de sus manos."
(Hageo 1:11)Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, el sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y todo el remanente del pueblo, obedecieron la voz del SEÑOR su Dios y las palabras del profeta Hageo, como el SEÑOR su Dios le había mandado. Y temió el pueblo delante del SEÑOR.
(Hageo 1:12)Entonces Hageo, mensajero del SEÑOR, por mandato del SEÑOR, habló al pueblo: "Yo estoy con ustedes," declara el SEÑOR.
(Hageo 1:13)Y el SEÑOR despertó el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y el espíritu de todo el remanente del pueblo. Así que vinieron y comenzaron la obra en la casa del SEÑOR de los ejércitos, su Dios,
el día veinticuatro del mes sexto, en el año segundo del rey Darío.
(Hageo 1:15)El día veintiuno del mes séptimo, vino la palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo:
(Hageo 2:1)Habla ahora a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y al remanente del pueblo:
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Hageo 1:14 - Referencia Cruzada
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.
(1 Corintios 12:4)Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente en el día de Tu poder; En el esplendor de la santidad, desde el seno de la aurora; Tu juventud es para Ti como el rocío.
(Salmos 110:3)Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y los Levitas, y todos aquéllos cuyo espíritu Dios había movido a subir para edificar la casa del SEÑOR que está en Jerusalén.
(Esdras 1:5)Habla ahora a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y al remanente del pueblo:
(Hageo 2:2)Sepa el rey que hemos ido a la provincia de Judá, a la casa del gran Dios, que está siendo edificada con piedras enormes y vigas empotradas en las paredes; y esta obra se adelanta con gran esmero y prospera en sus manos.
(Esdras 5:8)los haga aptos en toda obra buena para hacer Su voluntad, obrando El en nosotros lo que es agradable delante de El mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
(Hebreos 13:21)Habla a Zorobabel, gobernador de Judá: 'Yo estremeceré los cielos y la tierra,
(Hageo 2:21)Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, el sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac, y todo el remanente del pueblo, obedecieron la voz del SEÑOR su Dios y las palabras del profeta Hageo, como el SEÑOR su Dios le había mandado. Y temió el pueblo delante del SEÑOR.
(Hageo 1:12)Y en el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, el SEÑOR movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, y éste envió a proclamar de palabra y también por escrito, por todo su reino:
(2 Crónicas 36:22)En el primer año de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del SEÑOR por boca de Jeremías, el SEÑOR movió el espíritu de Ciro, rey de Persia, y éste hizo proclamar por todo su reino y también por escrito:
(Esdras 1:1)Por lo cual el Dios de Israel movió el espíritu de Pul, rey de Asiria, o sea, el espíritu de Tilgat Pilneser, rey de Asiria, quien los llevó al destierro, es decir, a los Rubenitas, los Gaditas y a la media tribu de Manasés, llevándolos a Halah, Habor, Hara y al río de Gozán, hasta el día de hoy.
(1 Crónicas 5:26)Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, se levantaron entonces y comenzaron a reedificar la casa de Dios en Jerusalén; y los profetas de Dios estaban con ellos apoyándolos.
(Esdras 5:2)Y edificamos la muralla hasta que toda la muralla estaba unida hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.
(Nehemías 4:6)Bendito sea el SEÑOR, Dios de nuestros padres, que ha puesto esto en el corazón del rey, para embellecer la casa del SEÑOR que está en Jerusalén,
(Esdras 7:27)Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.
(1 Corintios 15:58)Así que, amados míos, tal como siempre han obedecido, no sólo en mi presencia, sino ahora mucho más en mi ausencia, ocúpense en su salvación con temor y temblor.
(Filipenses 2:12)El año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, vino la palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac:
(Hageo 1:1)Pero gracias a Dios que pone la misma solicitud por ustedes en el corazón de Tito.
(2 Corintios 8:16)