Contó, pues, el jefe de los coperos su sueño a José, y le dijo: "En mi sueño, vi que había una vid delante de mí,
(Génesis 40:9)
y en la vid había tres ramas. Y al echar brotes, aparecieron las flores, y sus racimos produjeron uvas maduras.
(Génesis 40:10)
La copa de Faraón estaba en mi mano. Así que tomé las uvas y las exprimí en la copa de Faraón, y puse la copa en la mano de Faraón."
(Génesis 40:11)
Entonces José le dijo: "Esta es su interpretación: los tres sarmientos son tres días.
Dentro de tres días Faraón levantará su cabeza, le restaurará a su puesto y usted pondrá la copa de Faraón en su mano como acostumbraba antes cuando era su copero.
(Génesis 40:13)
Sólo le pido que se acuerde de mí cuando le vaya bien, y le ruego que me haga el favor de hacer mención de mí a Faraón, y me saque de esta casa.
(Génesis 40:14)
Porque la verdad es que yo fui secuestrado de la tierra de los Hebreos, y aun aquí no he hecho nada para que me pusieran en el calabozo."
(Génesis 40:15)
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Génesis 40:12 - Referencia Cruzada
Y estaba allí con nosotros un joven Hebreo, un siervo del capitán de la guardia. Y se los contamos, y él nos interpretó los sueños. A cada uno interpretó su sueño.
(Génesis 41:12)
Entonces José respondió: "Esta es su interpretación: las tres cestas son tres días;
(Génesis 40:18)
y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía. La roca era Cristo (el Mesías).
(1 Corintios 10:4)
Este es el sueño. Ahora diremos ante el rey su interpretación.
(Daniel 2:36)
Ahora bien, Agar es el Monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos.
(Gálatas 4:25)
Entonces José dijo a Faraón: "Los dos sueños de Faraón son uno. Dios ha anunciado a Faraón lo que El va a hacer.
(Génesis 41:25)
Su amigo le respondió: "Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón, hijo de Joás, varón de Israel. Dios ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento."
(Jueces 7:14)
Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: "Tomen, coman; esto es Mi cuerpo."
(Mateo 26:26)
Entonces Daniel, a quien llamaban Beltsasar, se quedó atónito por un momento, y le turbaron sus pensamientos. El rey le dijo: "Beltsasar, no dejes que el sueño ni su interpretación te turben." "Señor mío," respondió Beltsasar. "Sea el sueño para los que lo odian a usted, y su interpretación para sus adversarios.
(Daniel 4:19)