Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia por haber ellos pecado contra Ti, y oren hacia este lugar y confiesen Tu nombre, y se vuelvan de su pecado cuando Tú los aflijas, (2 Crónicas 6:26)
escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tus siervos y de Tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar, y envía lluvia sobre Tu tierra, la que diste a Tu pueblo por heredad. (2 Crónicas 6:27)
Si hay hambre en la tierra, si hay pestilencia, si hay pestes o plagas, langosta o saltamontes, si sus enemigos los sitian en la tierra de sus ciudades, cualquier plaga o cualquier enfermedad que haya , (2 Crónicas 6:28)
toda oración o toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo Tu pueblo Israel, conociendo cada cual su aflicción y su dolor, y extendiendo sus manos hacia esta casa,
escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y perdona y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque sólo Tú conoces el corazón de los hijos de los hombres), (2 Crónicas 6:30)
para que Te teman (reverencien) y anden en Tus caminos todos los días que vivan sobre la superficie de la tierra que diste a nuestros padres. (2 Crónicas 6:31)
También en cuanto al extranjero que no es de Tu pueblo Israel, cuando venga de una tierra lejana a causa de Tu gran nombre y de Tu mano poderosa y de Tu brazo extendido, cuando ellos vengan a orar a esta casa, (2 Crónicas 6:32)

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2 Crónicas 6:29 - Referencia Cruzada

Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás." (Salmos 50:15)
Cuando extiendan sus manos, Esconderé Mis ojos de ustedes. Sí, aunque multipliquen las oraciones, No escucharé. Sus manos están llenas de sangre. (Isaías 1:15)
Me invocará, y le responderé; Yo estaré con él en la angustia; Lo rescataré y lo honraré; (Salmos 91:15)
¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño! (Salmos 32:2)
Entonces Salomón se puso delante del altar del SEÑOR en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos. (2 Crónicas 6:12)
Bienaventurada la nación cuyo Dios es el SEÑOR, El pueblo que El ha escogido como Su herencia. (Salmos 33:12)
Masquil de David, cuando estaba en la cueva. Plegaria. Clamo al SEÑOR con mi voz; Con mi voz suplico al SEÑOR. (Salmos 142:1)
El corazón conoce su propia amargura, Y un extraño no comparte su alegría. (Proverbios 14:10)