Nueva Biblia Latinoamericana
Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrían el arca y sus barras por encima. (2 Crónicas 5:8)
Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras del arca se podían ver delante del santuario interior, pero no se podían ver desde afuera; y allí están hasta hoy. (2 Crónicas 5:9)
En el arca no había más que las dos tablas que Moisés puso allí en Horeb, donde el SEÑOR hizo pacto con los Israelitas cuando salieron de Egipto. (2 Crónicas 5:10)
Cuando los sacerdotes salieron del lugar santo (porque todos los sacerdotes que estaban presentes se habían santificado sin tener en cuenta las clases),
todos los Levitas cantores, Asaf, Hemán, Jedutún y sus hijos y sus parientes, vestidos de lino fino, con címbalos, arpas y liras, estaban de pie al oriente del altar, y con ellos 120 sacerdotes que tocaban trompetas. (2 Crónicas 5:12)
Cuando los trompeteros y los cantores al unísono se hacían oír a una voz alabando y glorificando al SEÑOR, cuando levantaban sus voces acompañados por trompetas y címbalos e instrumentos de música, cuando alababan al SEÑOR diciendo: "Ciertamente El es bueno porque Su misericordia es para siempre," entonces la casa, la casa del SEÑOR, se llenó de una nube, (2 Crónicas 5:13)
y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa de Dios. (2 Crónicas 5:14)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Crónicas 5:11":

Dr. Roberto Miranda
No conformarse con menos que lo mejor
En este sermón, el pastor habla acerca de la importancia de buscar la presencia y la gloria de Dios en la Iglesia, a través de la adoración verdadera y el ayuno poderoso. Invita a aquellos que sienten la necesidad de consagrarse completamente a Dios a no conformarse con menos y trabajar para Él.


Samuel Acevedo
Cuando la gloria del Señor entra a tu casa
Reflexión sobre la importancia de la presencia divina en nuestras vidas y hogares, basada en la historia de David y el Arca de Dios en 2 Samuel 6:1-12.


2 Crónicas 5:11 - Referencia Cruzada

El SEÑOR dijo también a Moisés: "Ve al pueblo y conságralos hoy y mañana, y que laven sus vestidos. (Éxodo 19:10)
Cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: "Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones." Job siempre hacía así. (Job 1:5)
Prepárense según sus casas paternas en sus clases, conforme a lo escrito por David, rey de Israel, y conforme a lo escrito por su hijo Salomón. (2 Crónicas 35:4)
Estas fueron las clases de los descendientes de Aarón. Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. (1 Crónicas 24:1)
Entonces les dijo: "Oiganme, Levitas. Santifíquense ahora, y santifiquen la casa del SEÑOR, Dios de sus padres, y saquen lo inmundo del lugar santo. (2 Crónicas 29:5)
Estos Levitas reunieron a sus hermanos, se santificaron y entraron para limpiar la casa del SEÑOR, conforme al mandamiento del rey según las palabras del SEÑOR. (2 Crónicas 29:15)
Pero los sacerdotes eran pocos, y no pudieron desollar todos los holocaustos; por eso sus hermanos los Levitas los ayudaron hasta que se acabó la obra y hasta que los otros sacerdotes se hubieron santificado. Porque los Levitas fueron más cuidadosos para santificarse que los sacerdotes. (2 Crónicas 29:34)
Y Moisés bajó del monte al pueblo, y santificó al pueblo. Después ellos lavaron sus vestidos. (Éxodo 19:14)
Porque había muchos en la asamblea que no se habían santificado; por eso los Levitas estaban encargados de la matanza de los corderos de la Pascua por todos los que estaban inmundos, para santificarlos al SEÑOR. (2 Crónicas 30:17)
Entonces mataron los corderos de la Pascua el día catorce del mes segundo. Y los sacerdotes y los Levitas, avergonzados, se santificaron y trajeron holocaustos a la casa del SEÑOR. (2 Crónicas 30:15)