Nueva Biblia Latinoamericana
La ciudad estuvo sitiada hasta el undécimo año del rey Sedequías. (2 Kings 25:2)
A los nueve días del mes cuarto el hambre era tan grande en la ciudad que no había alimento para la población. (2 Kings 25:3)
Y al ser abierta una brecha en la ciudad, todos los hombres de guerra huyeron de noche por el camino de la puerta entre las dos murallas, junto al jardín del rey, estando los Caldeos alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá. (2 Kings 25:4)
Pero el ejército de los Caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado.
Entonces capturaron al rey y lo trajeron al rey de Babilonia en Ribla, y éste lo sentenció. (2 Kings 25:6)
Y degollaron a los hijos de Sedequías en su presencia, y a Sedequías le sacó los ojos, lo ató con cadenas de bronce y lo llevó a Babilonia. (2 Kings 25:7)
En el mes quinto, a los siete días del mes, en el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia. (2 Kings 25:8)

Other publications related to "2 Kings 25:5":

Dr. Roberto Miranda
From crisis to blessing
Learn from King Jehoshaphats example and seek the Lords guidance through prayer and fasting in times of crisis. Remember the things God has done and gather with your Christian community for support and unity.


Dr. Roberto Miranda
When God gives a Word it will be fulfilled in every way
Dr. Roberto Miranda discusses the story of the provision of food in 2 Kings 7 and how it highlights the contrast between believers and doubters in fulfilling Gods Word.


2 Kings 25:5 - Cross Reference

Pero el ejército de los Caldeos persiguió al rey y alcanzó a Sedequías en los llanos de Jericó, y todo su ejército se dispersó de su lado. (Jeremiah 52:8)
Pero como a los higos malos que de podridos no se pueden comer,' así dice el SEÑOR, 'de la misma manera abandonaré a Sedequías, rey de Judá, a sus oficiales, al remanente de Jerusalén que queda en esta tierra y a los que habitan en la tierra de Egipto. (Jeremiah 24:8)
Pero el ejército de los Caldeos los persiguió, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó; lo apresaron y lo llevaron a Ribla en la tierra de Hamat, donde Nabucodonosor, rey de Babilonia, dictó sentencia contra él. (Jeremiah 39:5)
Y dijeron: "No, porque huiremos a caballo." Por tanto, huirán. Y: "Sobre corceles veloces cabalgaremos." Por tanto, serán veloces los que los persigan. (Isaiah 30:16)
La huida le fallará al ligero, Y el fuerte no fortalecerá su poder, Ni el valiente salvará su vida. (Amos 2:14)