Nueva Biblia Latinoamericana
Ahora pues, te ruego que llegues a un acuerdo con mi señor el rey de Asiria, y yo te daré 2,000 caballos, si por tu parte puedes poner jinetes sobre ellos. (2 Reyes 18:23)
¿Cómo, pues, puedes rechazar a un oficial de los menores de los siervos de mi señor, y confiar en Egipto para tener carros y hombres de a caballo? (2 Reyes 18:24)
¿He subido ahora sin el consentimiento del SEÑOR contra este lugar para destruirlo? El SEÑOR me dijo: 'Sube contra esta tierra y destrúyela.'"'" (2 Reyes 18:25)
Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: "Le rogamos que hable a sus siervos en Arameo, porque nosotros lo entendemos, y no nos hable en la lengua de Judá a oídos del pueblo que está sobre la muralla."
Pero el Rabsaces les dijo: "¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras sólo a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, condenados a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con ustedes?" (2 Reyes 18:27)
El Rabsaces se puso en pie, gritó a gran voz en la lengua de Judá, y dijo: "Escuchen la palabra del gran rey, el rey de Asiria. (2 Reyes 18:28)
Así dice el rey: 'Que no los engañe Ezequías, porque él no los podrá librar de mi mano; (2 Reyes 18:29)

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2 Reyes 18:26 - Referencia Cruzada

Entonces los Caldeos hablaron al rey en Arameo: "¡Oh rey, viva para siempre! Cuente el sueño a sus siervos, y nosotros le declararemos la interpretación." (Daniel 2:4)
Y en los días de Artajerjes, Bislam, Mitrídates, Tabeel y sus demás compañeros escribieron a Artajerjes, rey de Persia, y el texto de la carta estaba en escritura Aramea y traducido al Arameo. (Esdras 4:7)
Llamaron al rey, y salió a ellos Eliaquim, hijo de Hilcías, que era mayordomo, con el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf. (2 Reyes 18:18)
Entonces Eliaquim, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: "Le rogamos que usted hable a sus siervos en Arameo porque nosotros lo entendemos, y no nos hable en la lengua de Judá (Hebreo) a oídos del pueblo que está sobre la muralla." (Isaías 36:11)