Cuando vienen las crisis

Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)

RESUMEN: Hay dos tipos de ansiedad: la ansiedad general y la ansiedad específica. La ansiedad general se refiere a una actitud esencial en la vida, una tendencia hacia la preocupación excesiva por las cosas materiales y los eventos de la vida que nos afectan. Este tipo de persona vive una vida afanosa y ansiosa. El segundo tipo de ansiedad, la ansiedad específica, se refiere a un estado emocional, una reacción a una situación negativa específica de la vida. Es natural sentirse ansioso en estos casos, como cuando se trata de una crisis familiar, una enfermedad grave, un desempleo prolongado, etc. Estas dos condiciones de ansiedad tienen una etiología diferente y demandan diferentes soluciones. Para tratar la ansiedad general, es importante despegarse del amor al mundo y poner la mira en las cosas de arriba. Para tratar la ansiedad específica, es importante enfocarse en resolver la situación específica que está causando la ansiedad y buscar apoyo y ayuda si es necesario.

En lugar de afanarnos por las cosas del mundo, la Biblia nos llama a crecer espiritualmente y a conformar nuestra personalidad a los principios del Evangelio. Debemos aprender a contentarnos con lo que tenemos y a disfrutar de las cosas simples de la vida. También debemos reconocer la complejidad de las posesiones materiales y recordar que las cosas importantes de la vida están fuera de nuestro control. Finalmente, debemos reconocer el carácter ilusorio del mundo y recordar que nada de este mundo es permanente.


El mundo es pasajero y nada de este mundo es permanente. Todo lo que amamos y nos deleita tanto se va, y solo lo eterno es real. Debemos anclarnos en la roca que es Cristo Jesús y vivir una vida que honre los principios del Evangelio. Debemos confiar en Dios y vivir para su gloria y honra, sabiendo que Él tiene nuestro futuro y destino en sus manos. Si alguien no tiene a Cristo en su corazón, debe entregarse a Él ahora mismo y cultivar una vida eterna.


¿Qué hace uno cuando vienen las crisis en la vida? ¿Cómo reaccionar cuando vienen las crisis, las situaciones difíciles en la vida? Habacuc, capítulo 3 nos habla acerca de una postura que podemos adoptar. Dice, “Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales, con todo – digan con todo. No eso está muy débil. Con todo. – yo me alegraré en Jehová y me gozaré en el Dios de mi salvación.” Amén. Enrique si puedes poner Habacuc, capítulo 3. Me gustaría si podemos poner las Escrituras, las mandé con anticipación. “Aunque la higuera no florezca…”

El domingo pasado hablamos acerca del llamado de Jesús, a no afanarnos, a no ponernos ansiosos por nada de este mundo, a adoptar una actitud de suficiencia en Dios. Y yo les dije que había una segunda parte a este mensaje y este fin de semana cuando me puse a pensar un poco acerca de lo que hablé, que yo creo que es, de hecho, muy atinado en términos de la palabra de Dios, me di cuenta que había que hilar un poquito más fino, había que dividir un poquito más la palabra que yo compartí acerca de la ansiedad y el afán. Y me di cuenta de que hay dos tipos de ansiedad de los cuales debemos hablar y que sino diferenciamos entre una y otra ansiedad o afán, corremos el riesgo de compartir principios que son muy buenos, muy provechosos, muy bíblicos pero a veces habrá personas que dirán, “Bueno, sí, eso está muy bueno. Me gusta lo que está diciendo, pero como que hay una parte que no me llega, hay una parte que no se aplica a lo yo estoy viviendo.” Y me di cuenta que debía, como digo, aplicar un poquito más cuidadosamente, más específicamente la palabra. Y como digo, veo que yo diría que hay como dos tipos de afán, dos tipos de ansiedad, dos tipos de temor que a veces nos sobrecoge en momentos de la vida.

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