Hoy estaba escuchando una canción y una estrofa decía: "
Aquí estoy Señor, heme aquí, Señor, Te he escuchado en la noche hablar…" Y mi espíritu se conmovió y me surgió la interrogante: ¿Por qué, Señor, casi siempre te escuchamos hablar en las noches? ¿Es que de día nuestro corazón está tan lleno de bullicio que no nos deja oír tu dulce voz?
Es en las noches cuando mejor escuchamos la voz de Dios, sencillamente, porque creemos que en las noches es cuando de verdad necesitamos escucharla. Tal como decía el salmista: “Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.” Sal 63.6