La actitud del publicano
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: En este sermón, el pastor explica la parábola del fariseo y el publicano en Lucas 18:9-14. Explica que un fariseo era un miembro de una secta religiosa que enfatizaba en guardar la ley de Moisés y una cantidad de leyes rituales. Por otro lado, los publicanos eran oficiales del imperio romano que eran odiados por ser traidores y opresores de la patria.
El pastor enfatiza que la justificación ante Dios no depende de las acciones sino del corazón y la actitud. La gracia de Dios es lo que nos salva, no nuestras obras. También habla de la importancia del arrepentimiento, la confesión y la confianza en la misericordia de Dios por medio de Cristo Jesús.
Finalmente, el pastor enfatiza que todos pecamos continuamente y que la violación de una sola ley ya nos hace merecedores del rechazo de Dios. Pero gracias a la gracia de Dios y la obra de Cristo en la cruz, podemos ser perdonados y justificados ante Dios.
El ser humano peca continuamente, ya sea por ignorancia, mala intención o defectos. Incluso en el área de tráfico, en un viaje de dos horas, se viola la ley varias veces. Pero Dios ha establecido un sistema a través de Jesucristo para que cuando uno peca, haya una cobertura y fuente de perdón. Sin embargo, también se requiere un grado de arrepentimiento y vivir conforme a lo que Dios pide. Hay un balance entre la gracia y las obras, la justificación y el sacrificio de Cristo. En 1 Juan 2:1-6, Juan maneja iluminado por el Espíritu Santo ese balance y nos aconseja para que no pequemos voluntariamente y, si pecamos, tenemos un abogado con el Padre, Jesucristo el justo. Dios quiere que mantengamos su ley y cuando violamos esa ley, hay un sistema de seguridad y una válvula de escape que permite que haya restitución si se llena las condiciones adecuadas de actitud correcta.
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia del comportamiento y las obras en la vida de un cristiano. Dice que, aunque la fe es importante, también es esencial comportarse como un hijo de Dios. Compara esto con la naturaleza de un girasol, que produce frutos y belleza de acuerdo a su naturaleza. También habla sobre la propiciación de Cristo como el sistema de irrigación que limpia a los creyentes de sus pecados. El pastor enfatiza que la gracia de Dios es importante para la salvación, pero que después de ser salvos, debemos comportarnos de acuerdo a nuestra naturaleza como hijos de Dios. Finalmente, cita a Santiago para respaldar su punto de vista de que la fe sin obras es muerta.
El predicador habla sobre el sistema complejo que Dios ha establecido para salvar a la humanidad, a través de la fe en su hijo Jesucristo y el arrepentimiento de los pecados. También destaca la importancia de dar frutos de justicia y comportarse de acuerdo con los mandamientos de Dios, con la ayuda del Espíritu Santo. Invita a aquellos que aún no han hecho las paces con Dios a registrarse en su sistema de salvación por gracia y ofrece una oración para recibir perdón y gracia. Termina bendiciendo a aquellos que han decidido hacerlo y los anima a caminar como hijos de Dios y a seguir creciendo y transformándose.
El pastor enfatiza que la justificación ante Dios no depende de las acciones sino del corazón y la actitud. La gracia de Dios es lo que nos salva, no nuestras obras. También habla de la importancia del arrepentimiento, la confesión y la confianza en la misericordia de Dios por medio de Cristo Jesús.
Finalmente, el pastor enfatiza que todos pecamos continuamente y que la violación de una sola ley ya nos hace merecedores del rechazo de Dios. Pero gracias a la gracia de Dios y la obra de Cristo en la cruz, podemos ser perdonados y justificados ante Dios.
El ser humano peca continuamente, ya sea por ignorancia, mala intención o defectos. Incluso en el área de tráfico, en un viaje de dos horas, se viola la ley varias veces. Pero Dios ha establecido un sistema a través de Jesucristo para que cuando uno peca, haya una cobertura y fuente de perdón. Sin embargo, también se requiere un grado de arrepentimiento y vivir conforme a lo que Dios pide. Hay un balance entre la gracia y las obras, la justificación y el sacrificio de Cristo. En 1 Juan 2:1-6, Juan maneja iluminado por el Espíritu Santo ese balance y nos aconseja para que no pequemos voluntariamente y, si pecamos, tenemos un abogado con el Padre, Jesucristo el justo. Dios quiere que mantengamos su ley y cuando violamos esa ley, hay un sistema de seguridad y una válvula de escape que permite que haya restitución si se llena las condiciones adecuadas de actitud correcta.
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia del comportamiento y las obras en la vida de un cristiano. Dice que, aunque la fe es importante, también es esencial comportarse como un hijo de Dios. Compara esto con la naturaleza de un girasol, que produce frutos y belleza de acuerdo a su naturaleza. También habla sobre la propiciación de Cristo como el sistema de irrigación que limpia a los creyentes de sus pecados. El pastor enfatiza que la gracia de Dios es importante para la salvación, pero que después de ser salvos, debemos comportarnos de acuerdo a nuestra naturaleza como hijos de Dios. Finalmente, cita a Santiago para respaldar su punto de vista de que la fe sin obras es muerta.
El predicador habla sobre el sistema complejo que Dios ha establecido para salvar a la humanidad, a través de la fe en su hijo Jesucristo y el arrepentimiento de los pecados. También destaca la importancia de dar frutos de justicia y comportarse de acuerdo con los mandamientos de Dios, con la ayuda del Espíritu Santo. Invita a aquellos que aún no han hecho las paces con Dios a registrarse en su sistema de salvación por gracia y ofrece una oración para recibir perdón y gracia. Termina bendiciendo a aquellos que han decidido hacerlo y los anima a caminar como hijos de Dios y a seguir creciendo y transformándose.
La palabra del Señor dice: “despiértate tu que duermes y te alumbrará Cristo” así que vamos a prepararnos porque Dios tiene algo muy especial. Ponga atención a la palabra de Dios, esa palabra es poderosa para hacer cosas transformadoras en nuestras vidas en esta tarde.
Quiero invitarles, hay un pasaje de la escritura que refleja muy bien el tema que queremos tratar; se encuentra en el evangelio según San Lucas capítulo 18, Lucas capítulo 18, vamos al versículo 9, un conocido pasaje.
Quiero invitarles, hay un pasaje de la escritura que refleja muy bien el tema que queremos tratar; se encuentra en el evangelio según San Lucas capítulo 18, Lucas capítulo 18, vamos al versículo 9, un conocido pasaje.
