La capacidad de percibir y aún comunicar con el reino invisible
Samuel Acevedo(: )
Lucas, capítulo 2, comenzando con el versículo 8: “….Había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se le presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo, “No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo, que os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador que es Cristo, el Señor. Esto os servirá de enseñar, hallaréis al niño envuelto en pañales acostado en un pesebre.” Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios y decían, “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.” Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo los pastores se dijeron unos a otros, “Pasemos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado.” Vinieron pues, apresuradamente y hallaron a María y a José y al niño acostado en el pesebre…”
Mis hermanos, un ángel, qué declara la palabra? Un ángel se les presentó, una multitud de las huestes celestiales repentinamente apareció. O sea, no fue que descendieron del cielo, aquí la palabra que utiliza la palabra es como si fuera un protagonista de una drama, que sale de detrás de una cortina y aparece en la escena.