La verdadera medida del éxito
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El éxito no se mide por cosas externas como la riqueza, la fama o el poder, sino por la calidad de nuestro corazón y nuestra vida interna. Dios escogió a David como rey de Israel no por su apariencia física o habilidades guerreras, sino por la delicadeza de su corazón. Debemos reprogramar nuestros valores y aspiraciones para enfocarnos en lo que Dios valora, como la humildad, el amor y la generosidad. Si nuestro corazón agrada a Dios, lo demás vendrá por añadidura. El corazón es la fuerza motriz del hombre y la mujer, y si está dañado, no podemos atraer el bien.
Dios te dará los deseos de tu corazón, pero primero tu corazón debe ser agradable a él. Si tu corazón está dañado, no podrás atraer las cosas buenas. David tenía un corazón que amaba a Dios, quería hacer el bien y se arrepentía de sus errores. Dios ama a los corazones humildes que lo aman. Muchos quieren que Dios los use, pero no se enfocan en su calidad interna. El éxito de David se debía a su corazón agradable a Dios. Hay personas en la iglesia que nunca predicarán, pero son agradables a Dios. David estaba interesado en el premio por vencer a Goliat, pero su prioridad era la reputación de Dios. Si tu corazón es agradable a Dios, serás invencible. Deja que Dios reconfigure tu personalidad, porque nuestra carne no puede hacerlo. La vida cristiana es como una operación quirúrgica continua, donde Dios opera en nosotros todos los días para conformar nuestro corazón al de Cristo.
Dios trabaja en la vida de los creyentes para conformar su corazón según el corazón de Cristo. Todo lo que pase en la vida del creyente, ya sea fracasos, decepciones, enfermedades, etc., es parte de la trayectoria de Dios para la vida de esa persona. Dios usa todos los elementos de la vida del creyente para reconfigurar su corazón y hacerlo agradable a Él. Dios trabaja en las pequeñas cosas de la vida para entrenar y preparar a sus hijos para lo que Él quiere hacer con ellos. La prioridad debe ser tener un corazón agradable a Dios, y todo lo demás es secundario.
Ser exitoso en la vida significa ser como Cristo y tener la coraza de la justicia, amor, gracia, bondad, humildad, mansedumbre y generosidad. Debemos abrazar el fruto del Espíritu Santo. Dios nos bendiga.¿Qué es el éxito? ¿Qué es ser una persona exitosa en la vida? Y lo que quiero sugerirles a ustedes es que la verdadera medida del éxito estriba en la calidad de nuestro corazón, lo que somos, la calidad de nuestra vida interna, nuestro carácter, nuestra contextura espiritual, lo que somos delante de Dios y cómo Dios nos ve. Esa es la verdadera medida del éxito. Quiero animarlos a pensar en esa idea principal. Y cómo al entender esto eso debe reconfigurar nuestras aspiraciones y nuestras ambiciones para poner nuestras energías donde debemos ponerlas a fin de llegar a ser gente verdaderamente exitosa y entonces sentirnos felices con nuestra vida.
En Primera de Samuel, capítulo 16 nos habla acerca de Samuel, el profeta, y cómo Dios lo dirige a ir a la casa de un hombre en específico que se llama Isaí. Isaí vive en la aldea de Belén, y me imagino que para muchos de ustedes que conocen la Biblia inmediatamente eso dispara una asociación porque Jesús nación en Belén y David es progenitor, es ancestro, es antepasado de Jesús. Jesús vino de la tribu de Judá de donde venía David y hay un linaje directo sanguíneo, que va de David pasando directamente hasta Jesús. Es decir, que él era un antepasado directo en la carne de Jesús.