Si se recuerdan, hace
dos miércoles atrás, la última vez que compartí con ustedes, hablé acerca de esas 4 dimensiones, de cómo la fe, esa fe que nosotros tenemos tiene 4 vertientes, y una es la fe que nos mueve, que nos dirige a lo que es nuestra experiencia de salvación que es nuestra entrada a nuestra relación con el Señor a través de la persona de Jesús.
Esa misma fe también se define como lo que es la certeza de aquellas cosas que no se ven. Se recuerdan cuando leímos Hebreos 11. También está la fe como el don de fe que es cuando estamos hablando de una fe con hipertrofia, o una fe en esteroides por así decirlo, que es como cuando todo el mundo dice que no, aquí ya no hay salida, aquí se acabó esto. La fe, esa sobrenatural, ese don se activa y nos permite decir, no, Dios no ha terminado. Dios todavía tiene algo en medio de las cosas. Y nosotros nos lanzamos así.