El camino de la vida
Charles SpurgeonSi el Señor no va a permitirlo, ni los hombres ni los demonios podrían hacerlo. ¡Cuán grandemente se regocijarían si pudieran provocarnos una ignominiosa caída, echarnos de nuestra posición y desterrarnos de la memoria! Harían esto para el disfrute de sus corazones si no fuera por un obstáculo, y solamente un obstáculo: el Señor no lo permitirá; y si Él no lo tolerará, nosotros no lo sufriremos.
El camino de la vida es como un viaje por entre los Alpes. A lo largo de los senderos de las montañas uno está constantemente expuesto a que sus pies resbalen. Allí donde el camino es elevado la mente está inclinada a padecer vahídos, y entonces el pie pronto resbala: hay partes que son lisas como el cristal, y otras que son escarpadas con piedras sueltas, y en cualquiera de ellas una caída es difícil de evitar. Aquel que a lo largo de su vida recibe la capacidad para mantenerse íntegro y para caminar sin tropezar tiene el mejor de los motivos para estar agradecido. Con escollos y trampas, rodillas débiles, pies cansados y enemigos sutiles, ningún hijo de Dios podría mantenerse firme durante una hora si no fuera por el amor fiel que no dará su pie al resbaladero.
Fuente: La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Roman.
http://www.spurgeon.com.mx/chequera/meditames/noviembre.pdf