Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando Ocozías, rey de Judá, vio esto, huyó por el camino de la casa del huerto. Y Jehú lo persiguió y dijo: "Mátenlo a él también en el carro." Y lo hirieron en la subida de Gur, que está en Ibleam. Y huyó a Meguido, y allí murió. (2 Kings 9:27)
Entonces sus siervos lo llevaron en carro a Jerusalén, y lo sepultaron en su sepulcro con sus padres en la ciudad de David. (2 Kings 9:28)
En el año once de Joram, hijo de Acab, Ocozías había comenzado a reinar sobre Judá. (2 Kings 9:29)
Y llegó Jehú a Jezreel, y cuando Jezabel lo oyó, se pintó los ojos, adornó su cabeza y se asomó por la ventana.
Cuando Jehú entraba por la puerta, ella dijo: "¿Le va bien a Zimri, asesino de tu señor?" (2 Kings 9:31)
Entonces Jehú alzó su rostro hacia la ventana y dijo: "¿Quién está conmigo? ¿Quién?" Y dos o tres oficiales se asomaron desde arriba. (2 Kings 9:32)
Y Jehú les dijo: "Echenla abajo." Y la echaron abajo y parte de su sangre salpicó la pared y los caballos, y él la pisoteó. (2 Kings 9:33)

Other publications related to "2 Kings 9:30":

Dr. Roberto Miranda
From crisis to blessing
Learn from King Jehoshaphats example and seek the Lords guidance through prayer and fasting in times of crisis. Remember the things God has done and gather with your Christian community for support and unity.


Dr. Roberto Miranda
Our faith must affect all aspects of our life
Learn how King Jehoshaphats example teaches us to integrate our faith into all aspects of our life and how to make decisions that align with our spiritual convictions.


2 Kings 9:30 - Cross Reference

Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos, (1 Timothy 2:9)
Acab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho y cómo había matado a espada a todos los profetas. (1 Kings 19:1)
En aquel día el Señor les quitará los adornos: las ajorcas los tocados y lunetas, (Isaiah 3:18)
Aún más, mandaron a buscar hombres que vinieran de lejos, a quienes se les envió un mensajero, y vinieron. Para ellos te bañaste, te pintaste los ojos y te ataviaste con adornos. (Ezekiel 23:40)
Gime en silencio, no hagas duelo por los muertos; átate el turbante, ponte el calzado en los pies y no te cubras los bigotes ni comas pan de duelo." (Ezekiel 24:17)
Y tú, desolada, ¿qué harás? Aunque te vistas de escarlata, Aunque te pongas adornos de oro, Aunque te agrandes los ojos con pintura, En vano te embelleces; Te desprecian tus amantes, Sólo buscan tu vida. (Jeremiah 4:30)
Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, (1 Peter 3:3)