Nueva Biblia Latinoamericana
Y en aquel tiempo, cuando Jeroboam salía de Jerusalén, el profeta Ahías el Silonita lo encontró en el camino. Ahías se había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo. (1 Kings 11:29)
Entonces Ahías tomó el manto nuevo que llevaba sobre sí, lo rasgó en doce pedazos, (1 Kings 11:30)
y le dijo a Jeroboam: "Toma para ti diez pedazos; porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Voy a arrancar el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus (1 Kings 11:31)
(pero él tendrá una tribu, por amor a Mi siervo David y por amor a Jerusalén, la ciudad que he escogido de entre todas las tribus de Israel),
porque Me han abandonado, y han adorado a Astoret, diosa de los Sidonios, a Quemos, dios de los Moabitas, y a Milcom, dios de los Amonitas, y no han andado en Mis caminos, para hacer lo recto delante de Mis ojos y guardar Mis estatutos y Mis ordenanzas, como lo hizo su padre David. (1 Kings 11:33)
Sin embargo, no quitaré todo el reino de su mano, sino que lo haré príncipe todos los días de su vida, por amor a Mi siervo David a quien escogí, el cual guardó Mis mandamientos y Mis estatutos; (1 Kings 11:34)
pero quitaré el reino de mano de su hijo y te lo daré a ti, es decir, las diez tribus. (1 Kings 11:35)

Other publications related to "1 Kings 11:32":

Dr. Roberto Miranda
Our faith must affect all aspects of our life
Learn how King Jehoshaphats example teaches us to integrate our faith into all aspects of our life and how to make decisions that align with our spiritual convictions.


Dr. Roberto Miranda
God is not done dealing with the leaders of our nations
God is not done dealing with the leaders of our nations. The Church is being called to speak to the instinctive fear of God that is still present in our rulers and nations, and use it to call them to the knowledge of Jesus Christ.


1 Kings 11:32 - Cross Reference

Tampoco arrancaré todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo por amor a Mi siervo David y por amor a Jerusalén la cual he escogido." (1 Kings 11:13)
Cuando todo Israel supo que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarlo a la asamblea y lo hicieron rey sobre todo Israel. No hubo quien siguiera a la casa de David, sino sólo la tribu de Judá. (1 Kings 12:20)
Roboam, hijo de Salomón, reinó en Judá. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí Su nombre. El nombre de su madre era Naama, una Amonita. (1 Kings 14:21)