Nueva Biblia Latinoamericana
No lo reconoció porque sus manos eran velludas como las de su hermano Esaú, y lo bendijo. (Genesis 27:23)
Y le preguntó: "¿Eres en verdad mi hijo Esaú?" "Yo soy," respondió Jacob. (Genesis 27:24)
Entonces dijo: "Sírveme, y comeré de la caza de mi hijo para que yo te bendiga." Y le sirvió, y comió; le trajo también vino, y bebió. (Genesis 27:25)
Y su padre Isaac le dijo: "Te ruego que te acerques y me beses, hijo mío."
Jacob se acercó y lo besó; y al notar el olor de sus vestidos, Isaac lo bendijo, diciendo: "Ciertamente el olor de mi hijo Es como el aroma de un campo que el SEÑOR ha bendecido. (Genesis 27:27)
Dios te dé, pues, del rocío del cielo, Y de la riqueza de la tierra, Y abundancia de grano y de vino nuevo. (Genesis 27:28)
Sírvante pueblos, Y póstrense ante ti naciones; Sé señor de tus hermanos, E inclínense ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldigan, Y benditos los que te bendigan." (Genesis 27:29)

Other publications related to "Genesis 27:26":

Dr. Roberto Miranda
Every great call implies a deformation
The author discusses the importance of developing both the masculine and feminine aspects of our psyche to be truly complete and live an abnormal life. The story of Esau and Jacob in the Bible shows the dangers of living a mediocre life and not treasuring ones gifts and callings. The article emphasizes the importance of discerning the value of our choices and not selling our souls for temporary pleasures.


Dr. Roberto Miranda
Genesis 22 (part 2)
A sermon on the lessons of Abraham's sacrifice of Isaac, emphasizing the importance of sacrificial giving and obedience, and trusting in God's provision and blessing.


Genesis 27:26 - Cross Reference