Nueva Biblia Latinoamericana
Y aconteció un día, estando Elí acostado en su aposento (sus ojos habían comenzado a oscurecerse y no podía ver bien ), (1 Samuel 3:2)
cuando la lámpara de Dios aún no se había apagado y Samuel estaba acostado en el templo del SEÑOR donde estaba el arca de Dios, (1 Samuel 3:3)
que el SEÑOR llamó a Samuel, y él respondió: "Aquí estoy." (1 Samuel 3:4)
Entonces corrió a Elí y le dijo: "Aquí estoy, pues me llamaste." Pero Elí le respondió: "Yo no he llamado, vuelve a acostarte." Y él fue y se acostó.
El SEÑOR lo volvió a llamar: "¡Samuel!" Y Samuel se levantó, fue a Elí y le dijo: "Aquí estoy, pues me llamó." Elí respondió: "Yo no te he llamado, hijo mío, vuelve a acostarte." (1 Samuel 3:6)
Y Samuel no conocía aún al SEÑOR, ni se le había revelado aún la palabra del SEÑOR. (1 Samuel 3:7)
El SEÑOR volvió a llamar a Samuel por tercera vez. Y él se levantó, fue a Elí y le dijo: "Aquí estoy, pues me llamó." Entonces Elí comprendió que el SEÑOR estaba llamando al muchacho. (1 Samuel 3:8)

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