Nueva Biblia Latinoamericana
Y murió Jair, y fue sepultado en Camón. (Judges 10:5)
Pero los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Sirvieron a los Baales, a Astarot, a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los Amonitas y a los dioses de los Filisteos. Abandonaron, pues, al SEÑOR y no le sirvieron. (Judges 10:6)
Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los entregó en manos de los Filisteos y en manos de los Amonitas. (Judges 10:7)
Y ellos afligieron y quebrantaron a los Israelitas ese año. Y por dieciocho años oprimieron a todos los Israelitas que estaban al otro lado del Jordán, en Galaad, en la tierra de los Amorreos.
Los Amonitas cruzaron el Jordán para pelear también contra Judá, contra Benjamín y contra la casa de Efraín, y se angustió Israel en gran manera. (Judges 10:9)
Entonces los Israelitas clamaron al SEÑOR: "Hemos pecado contra Ti, porque ciertamente hemos abandonado a nuestro Dios y hemos servido a los Baales." (Judges 10:10)
Y el SEÑOR respondió a los Israelitas: "¿No los libré Yo de los Egipcios, de los Amorreos, de los Amonitas y de los Filisteos? (Judges 10:11)

Other publications related to "Judges 10:8":

Dr. Roberto Miranda
God is not done dealing with the leaders of our nations
God is not done dealing with the leaders of our nations. The Church is being called to speak to the instinctive fear of God that is still present in our rulers and nations, and use it to call them to the knowledge of Jesus Christ.


Dr. Roberto Miranda
Good seed, but bad soil
A discussion on the story of the Hebrews and their journey to the Promised Land, focusing on the importance of having fertile ground for Gods blessings.


Judges 10:8 - Cross Reference

Y murió Jair, y fue sepultado en Camón. (Judges 10:5)
Por eso esta iniquidad será para ustedes Como muro agrietado a punto de caer, Como abultamiento en una pared alta, Cuya caída viene de repente, en un instante. (Isaiah 30:13)
que cuando estén diciendo: "Paz y seguridad," entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán. (1 Thessalonians 5:3)