Nueva Biblia Latinoamericana
Porque ustedes no se han acercado a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino, (Hebrews 12:18)
ni a sonido de trompeta, ni a ruido de palabras tal, que los que oyeron rogaron que no se les hablara más. (Hebrews 12:19)
Porque ellos no podían soportar el mandato: "SI AUN UNA BESTIA TOCA EL MONTE, SERA APEDREADA." (Hebrews 12:20)
Tan terrible era el espectáculo, que Moisés dijo: "ESTOY ATERRADO Y TEMBLANDO."
Ustedes, en cambio, se han acercado al Monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, (Hebrews 12:22)
a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos, (Hebrews 12:23)
y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la sangre de Abel. (Hebrews 12:24)

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Dr. Roberto Miranda
We have never been here before
In this sermon, Dr. Roberto Miranda discusses the importance of rehearsing, previewing, and meditating on past experiences before entering into new ones. He draws parallels with the Hebrews in the desert and their journey towards the promised land, and emphasizes the need for dependence on Gods power and direction, and the importance of maintaining a distance of reverence before His holy presence. The sermon ends with a call to prepare and sanctify ourselves, as Gods presence is expected to move among us.


Dr. Roberto Miranda
Sanctification precedes wonders
The speaker discusses various topics related to faith and spirituality, such as the importance of being guided by the Holy Spirit, using counter-intuitive procedures, being saturated with the word of the Lord, the concept of anathema, spiritual warfare, and the importance of sanctification and consecration. They also share personal experiences and use examples from the Bible to illustrate their points.


Hebrews 12:21 - Cross Reference

El sonido de la trompeta aumentaba más y más. Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno. (Exodus 19:19)
Porque temí la ira y el furor con que el SEÑOR estaba enojado contra ustedes para destruirlos, pero el SEÑOR me escuchó también esta vez. (Deuteronomy 9:19)
Y el uno al otro daba voces, diciendo: "Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, Llena está toda la tierra de Su gloria." (Isaiah 6:3)
Y aconteció que al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un sonido tan fuerte de trompeta, que hizo temblar a todo el pueblo que estaba en el campamento. (Exodus 19:16)
Mi carne se estremece por temor a Ti, Y de Tus juicios tengo miedo. (Psalm 119:120)
¿Cómo podrá, pues, este siervo de mi señor hablar con uno como mi señor? Porque a mí en este momento no me queda fuerza alguna, ni tampoco me queda aliento." (Daniel 10:17)
Me quedé solo viendo esta gran visión. No me quedaron fuerzas, y mi rostro se demudó, desfigurándose, sin retener yo fuerza alguna. (Daniel 10:8)
Cuando Lo vi, caí como muerto a Sus pies. Y El puso Su mano derecha sobre mí, diciendo: "No temas, Yo soy el Primero y el Ultimo, (Revelation 1:17)