Nueva Biblia Latinoamericana
Porque saben que aun después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas. (Hebrews 12:17)
Porque ustedes no se han acercado a un monte que se puede tocar, ni a fuego ardiente, ni a tinieblas, ni a oscuridad, ni a torbellino, (Hebrews 12:18)
ni a sonido de trompeta, ni a ruido de palabras tal, que los que oyeron rogaron que no se les hablara más. (Hebrews 12:19)
Porque ellos no podían soportar el mandato: "SI AUN UNA BESTIA TOCA EL MONTE, SERA APEDREADA."
Tan terrible era el espectáculo, que Moisés dijo: "ESTOY ATERRADO Y TEMBLANDO." (Hebrews 12:21)
Ustedes, en cambio, se han acercado al Monte Sion y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, (Hebrews 12:22)
a la asamblea general e iglesia de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y a Dios, el Juez de todos, y a los espíritus de los justos hechos ya perfectos, (Hebrews 12:23)

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Hebrews 12:20 - Cross Reference

Y aconteció que al tercer día, cuando llegó la mañana, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un sonido tan fuerte de trompeta, que hizo temblar a todo el pueblo que estaba en el campamento. (Exodus 19:16)
Dijo: "El SEÑOR vino del Sinaí Esclareciéndoles desde Seir; Resplandeció desde el Monte Parán, Y vino de en medio de diez millares de santos; A Su diestra había fulgor centelleante para ellos. (Deuteronomy 33:2)
Pondrás límites alrededor para el pueblo, y dirás: 'De ningún modo suban al monte o toquen su límite. Cualquiera que toque el monte, ciertamente morirá. (Exodus 19:12)
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. (Romans 3:19)
Porque todos los que son de las obras de la Ley están bajo maldición, pues escrito está: "MALDITO TODO EL QUE NO PERMANECE EN TODAS LAS COSAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE LA LEY, PARA HACERLAS." (Galatians 3:10)
Pues mediante la Ley yo morí a la Ley, a fin de vivir para Dios. (Galatians 2:19)