porque oigo de tu amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús y hacia todos los santos.
(Philemon 1:5)
Ruego que la comunión (participación) de tu fe llegue a ser eficaz por el conocimiento de todo lo bueno que hay en ustedes mediante Cristo (el Mesías).
(Philemon 1:6)
Pues he llegado a tener mucho gozo y consuelo en tu amor, porque los corazones de los santos han sido confortados por ti, hermano.
(Philemon 1:7)
Por lo cual, aunque tengo mucha libertad (confianza) en Cristo para mandarte hacer lo que conviene,
no obstante, por causa del amor que te tengo, te hago un ruego, siendo como soy, Pablo, anciano, y ahora también prisionero de Cristo Jesús:
(Philemon 1:9)
te ruego por mi hijo Onésimo, a quien he engendrado en mis prisiones;
(Philemon 1:10)
quien en otro tiempo te era inútil, pero ahora nos es útil a ti y a mí.
(Philemon 1:11)
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Philemon 1:8 - Cross Reference
Tampoco haya obscenidades, ni necedades, ni groserías, que no son apropiadas, sino más bien acciones de gracias.
(Ephesians 5:4)
Pues aunque yo me gloríe más todavía respecto de nuestra autoridad, que el Señor nos dio para edificación y no para la destrucción de ustedes, no me avergonzaré,
(2 Corinthians 10:8)
sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como saben, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablarles el evangelio (las buenas nuevas) de Dios en medio de mucha oposición (de mucho conflicto).
(1 Thessalonians 2:2)
Tampoco buscamos gloria de los hombres, ni de ustedes ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad.
(1 Thessalonians 2:6)
Yo mismo, Pablo, les ruego por la mansedumbre y la benignidad de Cristo, yo, que soy humilde cuando estoy delante de ustedes, pero osado para con ustedes cuando estoy ausente,
(2 Corinthians 10:1)
Para vergüenza mía digo que en comparación nosotros hemos sido débiles. Pero en cualquier otra cosa que alguien más sea osado (hablo con insensatez) yo soy igualmente osado.
(2 Corinthians 11:21)
Teniendo, por tanto, tal esperanza, hablamos con mucha franqueza.
(2 Corinthians 3:12)