y a la hermana Apia, y a Arquipo, nuestro compañero de lucha, y a la iglesia que está en tu casa:
(Philemon 1:2)
Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
(Philemon 1:3)
Doy gracias a mi Dios siempre, haciendo mención de ti en mis oraciones,
(Philemon 1:4)
porque oigo de tu amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús y hacia todos los santos.
Ruego que la comunión (participación) de tu fe llegue a ser eficaz por el conocimiento de todo lo bueno que hay en ustedes mediante Cristo (el Mesías).
(Philemon 1:6)
Pues he llegado a tener mucho gozo y consuelo en tu amor, porque los corazones de los santos han sido confortados por ti, hermano.
(Philemon 1:7)
Por lo cual, aunque tengo mucha libertad (confianza) en Cristo para mandarte hacer lo que conviene,
(Philemon 1:8)
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Y éste es Su mandamiento: que creamos en el nombre de Su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como El nos ha mandado.
(1 John 3:23)
Por esta razón también yo, habiendo oído de la fe en el Señor Jesús que hay entre ustedes, y de su amor por todos los santos,
(Ephesians 1:15)
pues hemos oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por (hacia) todos los santos,
(Colossians 1:4)
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor.
(Galatians 5:6)
contribuyendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad.
(Romans 12:13)
Ahora bien, en cuanto a la ofrenda para los santos, hagan ustedes también como instruí a las iglesias de Galacia.
(1 Corinthians 16:1)
Todo aquél que cree que Jesús es el Cristo (el Mesías), es nacido de Dios. Todo aquél que ama al Padre, ama al que ha nacido de El.
(1 John 5:1)
En cuanto a los santos que están en la tierra, Ellos son los nobles en quienes está toda mi delicia.
(Psalm 16:3)
Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas.
(Acts 9:39)
Pero ahora voy a Jerusalén para el servicio de los santos,
(Romans 15:25)
Pues he llegado a tener mucho gozo y consuelo en tu amor, porque los corazones de los santos han sido confortados por ti, hermano.
(Philemon 1:7)