Al llegar María adonde estaba Jesús, cuando Lo vio, se arrojó a Sus pies, diciendo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto."
(John 11:32)
Y cuando Jesús la vio llorando, y a los Judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció.
(John 11:33)
¿Dónde lo pusieron?" preguntó Jesús. "Señor, ven y ve," Le dijeron.
(John 11:34)
Jesús lloró.
Por eso los Judíos decían: "Miren, cómo lo amaba."
(John 11:36)
Pero algunos de ellos dijeron: "¿No podía Este, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera?"
(John 11:37)
Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido, fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella.
(John 11:38)
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Pero yo, cuando ellos estaban enfermos, vestía de cilicio; Humillé mi alma con ayuno, Y mi oración se repetía en mi pecho.
(Psalm 35:13)
Y cuando Jesús la vio llorando, y a los Judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció.
(John 11:33)
En todas sus angustias El estuvo afligido, Y el ángel de Su presencia los salvó. En Su amor y en Su compasión los redimió, Los levantó y los sostuvo todos los días de antaño.
(Isaiah 63:9)
Fue despreciado y desechado de los hombres, Varón de dolores y experimentado en aflicción; Y como uno de quien los hombres esconden el rostro, Fue despreciado, y no Lo estimamos.
(Isaiah 53:3)
¿No he llorado por aquél cuya vida es difícil? ¿No se angustió mi alma por el necesitado?
(Job 30:25)
Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros , pero sin pecado.
(Hebrews 4:15)
Ríos de lágrimas vierten mis ojos, Porque ellos no guardan Tu ley.
(Psalm 119:136)
Pero si no escuchan esto, Mi alma sollozará en secreto por tal orgullo; Mis ojos llorarán amargamente Y se llenarán de lágrimas, Porque ha sido hecho cautivo el rebaño del SEÑOR.
(Jeremiah 13:17)
de que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.
(Romans 9:2)
Porque ciertamente no ayuda a los ángeles, sino que ayuda a la descendencia de Abraham.
(Hebrews 2:16)
Quién me diera que mi cabeza se hiciera agua, Y mis ojos fuente de lágrimas, Para que yo llorara día y noche Por los muertos de la hija de mi pueblo.
(Jeremiah 9:1)
Estando ellos oyendo estas cosas, Jesús continuó diciendo una parábola, porque El estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro.
(Luke 19:11)
José se apresuró a salir, pues se sintió profundamente conmovido a causa de su hermano y buscó dónde llorar. Entró en su aposento y lloró allí.
(Genesis 43:30)
Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella,
(Luke 19:41)
Por estas cosas lloro yo; Mis ojos derraman agua, Porque lejos de mí está el consolador, El que reanima mi alma. Mis hijos están desolados Porque ha prevalecido el enemigo."
(Lamentations 1:16)
Tú les dirás esta palabra: 'Que viertan lágrimas mis ojos noche y día, Sin cesar, Porque con gran quebranto ha sido quebrantada la virgen hija de mi pueblo, De una herida muy dolorosa.
(Jeremiah 14:17)