Y dije al ángel que hablaba conmigo: "¿Qué son éstos?" "Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén," me respondió.
(Zechariah 1:19)Y dije: "¿Qué vienen a hacer éstos?" Y él respondió: "Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, de modo que nadie ha podido levantar la cabeza; pero estos artesanos han venido para aterrorizarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron sus cuernos contra la tierra de Judá para dispersarla."
(Zechariah 1:21)Entonces alcé los ojos y miré a un hombre con un cordel de medir en la mano.
Y le dije: "¿Adónde vas?" "A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud," me respondió.
(Zechariah 2:2)Cuando el ángel que hablaba conmigo se iba, otro ángel le salió al encuentro,
(Zechariah 2:3)y le dijo: "Corre, habla a ese joven, y dile: 'Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganados dentro de ella.
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Zechariah 2:1 - Cross Reference
Me fue dada una caña de medir (unos 3 m) semejante a una vara, y alguien dijo: "Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y a los que en él adoran.
(Revelation 11:1)El que hablaba conmigo tenía una vara de medir de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
(Revelation 21:15)Por tanto, así dice el SEÑOR: "Me volveré a Jerusalén con compasión. En ella será reedificada Mi casa,' declara el SEÑOR de los ejércitos, "y el cordel será tendido sobre Jerusalén."'"
(Zechariah 1:16)Midió otros mil, y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta las rodillas. De nuevo midió otros mil y me hizo pasar por las aguas, con el agua hasta la cintura.
(Ezekiel 47:4)Entonces vi que por el exterior del templo había un muro, todo alrededor, y en la mano del hombre había una caña de medir de 6 codos (3.2 m), cada codo era de un codo y un palmo menor (52.5 cm). Midió el muro, y tenía 3.2 metros (una caña) de ancho y 3.2 metros de alto.
(Ezekiel 40:5)Me llevó allá; y vi a un hombre cuyo aspecto era semejante al bronce, con un cordel de lino y una caña de medir (unos 3 m) en la mano, y estaba de pie en la puerta.
(Ezekiel 40:3)