Nueva Biblia Latinoamericana
Oigan la palabra que el SEÑOR les habla, oh casa de Israel. (Jeremiah 10:1)
Así dice el SEÑOR: "El camino de las naciones no aprendan, Ni de las señales de los cielos se aterroricen, Aunque las naciones les tengan terror. (Jeremiah 10:2)
Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; Pues un leño del bosque es cortado, Lo trabajan las manos de un artífice con el cincel; (Jeremiah 10:3)
Con plata y oro lo adornan, Con clavos y martillos lo aseguran Para que no se mueva.
Como los espantapájaros de un pepinar, Sus ídolos no hablan; Tienen que ser transportados, Porque no andan. No les tengan miedo, Porque no pueden hacer ningún mal, Ni tampoco hacer bien alguno." (Jeremiah 10:5)
No hay nadie como Tú, oh SEÑOR. Grande eres Tú, y grande es Tu nombre en poderío. (Jeremiah 10:6)
¿Quién no Te temerá, oh Rey de las naciones? Porque esto se Te debe. Porque entre todos los sabios de las naciones, Y en todos sus reinos, No hay nadie como Tú. (Jeremiah 10:7)

Other publications related to "Jeremiah 10:4":

Charles Spurgeon
Thy kingdom come!
Article about the coming of Gods kingdom and the recognition of His influence among all nations


Fabiana Manzewitsch
The strange work of the Lord
Reflection on the strange work of the Lord and how worship releases new strategies for his people.


Jeremiah 10:4 - Cross Reference

Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombre. (Psalm 115:4)
El artífice funde el ídolo, El orfebre lo recubre de oro Y el platero le hace cadenas de plata. (Isaiah 40:19)
Lo levantan en hombros y lo llevan; Lo colocan en su lugar y allí se está. No se mueve de su lugar. Aunque alguien clame a él, no responde, De su angustia no lo libra. (Isaiah 46:7)
Los ídolos de las naciones son plata y oro, Obra de manos de hombre. (Psalm 135:15)
Cada uno ayuda a su prójimo, Y dice a su hermano: "Sé fuerte." (Isaiah 41:6)
El herrero hace un instrumento cortante; lo trabaja sobre las brasas, lo forma con martillo y lo forja con su brazo fuerte. Después siente hambre y flaquean sus fuerzas; no bebe agua, y desfallece. (Isaiah 44:12)