Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces no seré avergonzado, Al considerar todos Tus mandamientos. (Psalm 119:6)
Con rectitud de corazón Te daré gracias, Al aprender Tus justos juicios. (Psalm 119:7)
Tus estatutos guardaré; No me dejes en completo desamparo. (Psalm 119:8)
Bet. ¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando Tu palabra.
Con todo mi corazón Te he buscado; No dejes que me desvíe de Tus mandamientos. (Psalm 119:10)
En mi corazón he atesorado Tu palabra, Para no pecar contra Ti. (Psalm 119:11)
Bendito Tú, oh SEÑOR; Enséñame Tus estatutos. (Psalm 119:12)

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Psalm 119:9 - Cross Reference

Y cuando él se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí una copia de esta ley en un libro, en presencia de los sacerdotes Levitas. (Deuteronomy 17:18)
No Te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; Acuérdate de mí conforme a Tu misericordia, Por Tu bondad, oh SEÑOR. (Psalm 25:7)
En mi corazón he atesorado Tu palabra, Para no pecar contra Ti. (Psalm 119:11)
Alégrate, joven, en tu juventud, Y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos de tu corazón y el gusto de tus ojos; Pero debes saber que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio. (Ecclesiastes 11:9)
Cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: "Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones." Job siempre hacía así. (Job 1:5)
Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, reciban ustedes con humildad (mansedumbre) la palabra implantada, que es poderosa para salvar sus almas. (James 1:21)
Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. (Deuteronomy 6:6)
Para dar a los simples prudencia, Y a los jóvenes conocimiento y discreción. (Proverbs 1:4)
Solamente sé fuerte y muy valiente. Cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. (Joshua 1:7)
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre Y no abandones la enseñanza de tu madre; (Proverbs 6:20)
para que puedan instruir (exhortar) a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, (Titus 2:4)
Pues escribes contra mí cosas amargas, Y me haces responsable de las iniquidades de mi juventud. (Job 13:26)
Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, No consientas. (Proverbs 1:10)
Vengan, hijos, escúchenme; Les enseñaré el temor del SEÑOR. (Psalm 34:11)
Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue (busca) la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro. (2 Timothy 2:22)
Y vi entre los simples, Distinguí entre los muchachos A un joven falto de juicio, (Proverbs 7:7)
Oye, hijo mío, recibe mis palabras, Y muchos serán los años de tu vida. (Proverbs 4:10)
Ahora pues, hijos míos, escúchenme, Y no se aparten de las palabras de mi boca. (Proverbs 5:7)
Ustedes ya están limpios por la palabra que les he hablado. (John 15:3)
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. (Psalm 19:7)
No muchos días después, el hijo menor, juntándolo todo, partió a un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente. (Luke 15:13)
No lo ocultaremos a sus hijos, Sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, Su poder y las maravillas que hizo. (Psalm 78:4)
Oigan, hijos, la instrucción de un padre, Y presten atención para que ganen entendimiento, (Proverbs 4:1)
Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. (2 Timothy 3:15)
Ahora pues, oh SEÑOR, Dios de Israel, cumple con Tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: 'No te faltará quién se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden sus caminos para andar en Mi ley como Tú has andado delante de Mí.' (2 Chronicles 6:16)
Mem. ¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación. (Psalm 119:97)
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los escarnecedores, (Psalm 1:1)