Nueva Biblia Latinoamericana
Pero yo, cuando ellos estaban enfermos, vestía de cilicio; Humillé mi alma con ayuno, Y mi oración se repetía en mi pecho. (Psalm 35:13)
Como por mi amigo, como por mi hermano, andaba de aquí para allá; Como el que está de duelo por la madre, enlutado me encorvaba. (Psalm 35:14)
Pero ellos se alegraron en mi tropiezo, y se reunieron; Los agresores, a quienes no conocía, se juntaron contra mí; Me despedazaban sin cesar. (Psalm 35:15)
Como bufones impíos en una fiesta, Rechinaban sus dientes contra mí.
¿Hasta cuándo, Señor, estarás mirando? Rescata mi alma de sus estragos, Mi única vida de los leones. (Psalm 35:17)
En la gran congregación Te daré gracias; Entre mucha gente Te alabaré. (Psalm 35:18)
No permitas que se regocijen a costa mía los que injustamente son mis enemigos, Ni que guiñen el ojo con malicia los que sin causa me aborrecen. (Psalm 35:19)

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Psalm 35:16 - Cross Reference

Sus lunas nuevas y sus fiestas señaladas las aborrece Mi alma. Se han vuelto una carga para Mí, Estoy cansado de soportarlas . (Isaiah 1:14)
Su ira me ha despedazado y me ha perseguido, Contra mí El ha rechinado los dientes; Mi adversario aguza los ojos contra mí. (Job 16:9)
Por tanto, celebremos la fiesta no con la levadura vieja, ni con la levadura de malicia y maldad, sino con panes sin levadura de sinceridad y de verdad. (1 Corinthians 5:8)
El impío trama contra el justo, Y contra él rechina sus dientes. (Psalm 37:12)
Se escondió, pues, David en el campo. Cuando llegó la luna nueva, el rey se sentó a comer. (1 Samuel 20:24)
Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él. (Acts 7:54)
Entonces llevaron a Jesús de casa de Caifás al Pretorio (residencia oficial del gobernador); era muy de mañana; y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua. (John 18:28)
Han abierto su boca contra ti Todos tus enemigos; Silban y rechinan los dientes. Dicen: "La hemos devorado. Ciertamente éste es el día que esperábamos; Lo hemos alcanzado, lo hemos visto." (Lamentations 2:16)