Mientras callé mi pecado , mi cuerpo se consumió Con mi gemir durante todo el día.
(Psalm 32:3)Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah)
(Psalm 32:4)Te manifesté mi pecado, Y no encubrí mi iniquidad. Dije: "Confesaré mis transgresiones al SEÑOR;" Y Tú perdonaste la culpa de mi pecado. (Selah)
(Psalm 32:5)Por eso, que todo santo ore a Ti en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él.
Tú eres mi escondedero; de la angustia me preservarás; Con cánticos de liberación me rodearás. (Selah)
(Psalm 32:7)Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; Te aconsejaré con Mis ojos puestos en ti.
(Psalm 32:8)No seas como el caballo o como el mulo, que no tienen entendimiento; Cuyos arreos incluyen brida y freno para sujetarlos, Porque si no, no se acercan a ti.
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Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda Su paciencia como un ejemplo para los que habrían de creer en El para vida eterna.
(1 Timothy 1:16)Sepan, pues, que el SEÑOR ha apartado al piadoso para sí; El SEÑOR oye cuando a El clamo.
(Psalm 4:3)Busquen al SEÑOR mientras puede ser hallado, Llámenlo en tanto que está cerca.
(Isaiah 55:6)La serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que ella fuera arrastrada por la corriente.
(Revelation 12:15)Para el director del coro; según "Los Lirios." Salmo de David. Sálvame, oh Dios, Porque las aguas me han llegado hasta el alma.
(Psalm 69:1)diciendo: "¡Si tú también hubieras sabido en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está oculto a tus ojos.
(Luke 19:42)Me buscarán y no Me hallarán; y donde Yo esté, ustedes no pueden ir."
(John 7:34)Entonces vino el diluvio sobre la tierra por cuarenta días, y las aguas crecieron y alzaron el arca, y ésta se elevó sobre la tierra.
(Genesis 7:17)Entonces las aguas nos hubieran cubierto, Un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma,
(Psalm 124:4)En el SEÑOR se gloriará mi alma; Lo oirán los humildes y se regocijarán.
(Psalm 34:2)Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo, Y si por los ríos, no te cubrirán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, Ni la llama te abrasará.
(Isaiah 43:2)Un abismo llama a otro abismo a la voz de Tus cascadas; Todas Tus ondas y Tus olas han pasado sobre mí.
(Psalm 42:7)Puso en mi boca un cántico nuevo, un canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto, y temerán Y confiarán en el SEÑOR.
(Psalm 40:3)Entonces me invocarán, pero no responderé; Me buscarán con diligencia, pero no me hallarán,
(Proverbs 1:28)enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente,
(Titus 2:12)Pero yo elevo a Ti mi oración, oh SEÑOR, en tiempo propicio; Oh Dios, en la grandeza de Tu misericordia, Respóndeme con Tu verdad salvadora.
(Psalm 69:13)Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
(Matthew 7:24)Así dice el SEÑOR: "En tiempo propicio Te he respondido, En día de salvación Te he ayudado. Te guardaré y Te daré por pacto del pueblo, Para restaurar la tierra, para repartir las heredades asoladas,
(Isaiah 49:8)pero ahora me regocijo, no de que fueron entristecidos, sino de que fueron entristecidos para arrepentimiento; porque fueron entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrieran pérdida alguna de parte nuestra.
(2 Corinthians 7:9)pues El dice: "EN EL TIEMPO PROPICIO TE ESCUCHE, Y EN EL DIA DE SALVACION TE SOCORRI." Pero ahora es "EL TIEMPO PROPICIO"; ahora es "EL DIA DE SALVACION."
(2 Corinthians 6:2)Restitúyeme el gozo de Tu salvación, Y sostenme con un espíritu de poder.
(Psalm 51:12)Extiende Tu mano desde lo alto; Rescátame y líbrame de las muchas aguas; De la mano de extranjeros,
(Psalm 144:7)el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción, dándoles el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
(2 Corinthians 1:4)