Nueva Biblia Latinoamericana
Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor? (Psalm 27:1)
Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, Ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. (Psalm 27:2)
Si un ejército acampa contra mí, No temerá mi corazón; Si contra mí se levanta guerra, A pesar de ello, yo estaré confiado. (Psalm 27:3)
Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo.
Porque en el día de la angustia me esconderá en Su tabernáculo; En lo secreto de Su tienda me ocultará; Sobre una roca me pondrá en alto. (Psalm 27:5)
Entonces será levantada mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan, Y en Su tienda ofreceré sacrificios con voces de júbilo; Cantaré, sí, cantaré alabanzas al SEÑOR. (Psalm 27:6)
Escucha, oh SEÑOR, mi voz cuando clamo; Ten piedad de mí, y respóndeme. (Psalm 27:7)

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Psalm 27:4 - Cross Reference

Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. (Luke 13:24)
¡Regocíjate sobremanera, hija de Sion! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Tu Rey viene a ti, Justo y dotado de salvación, Humilde, montado en un asno, En un pollino, hijo de asna. (Zechariah 9:9)
Entonces hizo voto y dijo: "Oh SEÑOR de los ejércitos, si Te dignas mirar la aflicción de Tu sierva, Te acuerdas de mí y no Te olvidas de Tu sierva, sino que das un hijo a Tu sierva, yo lo dedicaré al SEÑOR por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza." (1 Samuel 1:11)
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa del SEÑOR moraré por largos días. (Psalm 23:6)
Y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros. Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos; Sí, la obra de nuestras manos confirma. (Psalm 90:17)
Así Te contemplaba en el santuario, Para ver Tu poder y Tu gloria. (Psalm 63:2)
¡Cuán bienaventurados son los que moran en Tu casa! Continuamente Te alaban. (Selah) (Psalm 84:4)
Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, (Philippians 3:13)
Así murió Saúl por la transgresión que cometió contra el SEÑOR por no haber guardado la palabra del SEÑOR, y también porque consultó y pidió consejo a una adivina, (1 Chronicles 10:13)
Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. (Matthew 7:7)
Pues Dios, que dijo: "De las tinieblas resplandecerá la luz," es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Cristo. (2 Corinthians 4:6)
Desde Sion, perfección de hermosura, Dios ha resplandecido. (Psalm 50:2)
Así que Yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá. (Luke 11:9)
Porque mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios Que morar en las tiendas de impiedad. (Psalm 84:10)
Me buscarán y Me encontrarán, cuando Me busquen de todo corazón. (Jeremiah 29:13)
Lavaré en inocencia mis manos, Y andaré alrededor de Tu altar, oh SEÑOR, (Psalm 26:6)
pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada." (Luke 10:42)
Cuán bienaventurado es aquel que Tú escoges, y acercas a Ti , Para que more en Tus atrios. Seremos saciados con el bien de Tu casa, Tu santo templo. (Psalm 65:4)
Y sin fe es imposible agradar a Dios. Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que recompensa a los que Lo buscan. (Hebrews 11:6)
Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. (Matthew 6:33)
Y David consultó al SEÑOR: "¿Perseguiré a esta banda? ¿Podré alcanzarlos?" Y El le respondió: "Persíguelos, porque de cierto los alcanzarás y sin duda los rescatarás a todos." (1 Samuel 30:8)
y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones. (Luke 2:37)
Cuando dijiste: "Busquen Mi rostro," mi corazón Te respondió: "Tu rostro, SEÑOR, buscaré." (Psalm 27:8)
Jesús les contó una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer: (Luke 18:1)
En los días de David hubo hambre por tres años consecutivos, y David buscó la presencia del SEÑOR. Y el SEÑOR dijo: "Es por causa de Saúl y de su casa sangrienta, porque él dio muerte a los Gabaonitas." (2 Samuel 21:1)
Oh SEÑOR, yo amo la habitación de Tu casa, Y el lugar donde habita Tu gloria. (Psalm 26:8)
Volví mi rostro a Dios el Señor para buscarlo en oración y súplicas, en ayuno, cilicio y ceniza. (Daniel 9:3)
Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu. (2 Corinthians 3:18)