Adoren al SEÑOR con reverencia, Y alégrense con temblor. (Psalm 2:11)

Honren al Hijo para que no se enoje y perezcan en el camino, Pues puede inflamarse de repente Su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian! (Psalm 2:12)

Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón. ¡Oh SEÑOR, cómo se han multiplicado mis adversarios! Muchos se levantan contra mí. (Psalm 3:1)

Muchos dicen de mi: "Para él no hay salvación en Dios." (Selah)

Pero Tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. (Psalm 3:3)

Con mi voz clamé al SEÑOR, Y El me respondió desde Su santo monte. (Selah) (Psalm 3:4)

Yo me acosté y me dormí; Desperté, pues el SEÑOR me sostiene. (Psalm 3:5)

Other publications related to "Psalm 3:2":

Wait patiently for the Lord
An article about Jobs declaration of faith and perseverance through suffering, and the blessings that come from waiting patiently for the Lord.

The consolations of the Lord
An article about finding comfort in the Lords grace and expressing praise through music

I will not abandon you, nor will I leave you
A reflection on Davids words and the Lords past mercies, encouraging readers to have confidence and courage in times of trouble.

Rejoice in the Lord always
In this sermon, the preacher discusses finding joy in the Lord, overcoming hardship, and keeping an even-tempered character. He reminds listeners to trust in Gods plan and bless the Lord, even in times of discomfort.

My God, why have you forsaken me?
The article discusses the concept of divine discomfort and how to deal with feeling abandoned by God. It emphasizes the importance of sending prayers and being attentive to signs from God amidst difficult situations.

Sheltered under the shadow of God
When facing difficult situations, take refuge in Gods shadow. This article discusses how the Psalmist David found protection in God and how we too can find refuge in Him.

Psalm 3:2 - Cross Reference

Con mi voz clamé al SEÑOR, Y El me respondió desde Su santo monte. (Selah) (Psalm 3:4)

Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan, Mientras me dicen todo el día: "¿Dónde está tu Dios?" (Psalm 42:10)

Hijos de hombres, ¿hasta cuándo cambiarán mi honra en deshonra? ¿Hasta cuándo amarán la vanidad y buscarán la mentira? (Selah) (Psalm 4:2)

Así decía Simei mientras maldecía: "¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno! (2 Samuel 16:7)

A otros salvó; a El mismo no puede salvarse. Rey de Israel es; que baje ahora de la cruz, y creeremos en El. (Matthew 27:42)

Saliste para salvar a Tu pueblo, Para salvar a Tu ungido. Destrozaste la cabeza de la casa del impío, Descubriéndolo de arriba abajo. (Selah) (Habakkuk 3:13)

Diciendo: "Dios lo ha desamparado; Persíganlo y aprésenlo, pues no hay quien lo libre." (Psalm 71:11)

Todos los que me ven, de mí se burlan; Hacen muecas con los labios, menean la cabeza, diciendo: (Psalm 22:7)

Tu arco fue desnudado por completo, Las varas de castigo fueron juradas. (Selah) Con ríos hendiste la tierra. (Habakkuk 3:9)

Mis lágrimas han sido mi alimento de día y de noche, Mientras me dicen todo el día: "¿Dónde está tu Dios?" (Psalm 42:3)

La salvación es del SEÑOR. ¡Sea sobre Tu pueblo Tu bendición! (Selah) (Psalm 3:8)

Tiemblen, y no pequen; Mediten en su corazón sobre su lecho, y callen. (Selah) (Psalm 4:4)

Dios viene de Temán, Y el Santo, del Monte Parán. (Selah) Su esplendor cubre los cielos, Y de Su alabanza está llena la tierra. (Habakkuk 3:3)