Nueva Biblia Latinoamericana
Colgaron, pues, a Amán en la horca que había preparado para Mardoqueo, y se aplacó el furor del rey. (Esther 7:10)
Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los Judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le había revelado lo que era él para ella. (Esther 8:1)
Entonces el rey se quitó el anillo que había recobrado de Amán, y se lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán. (Esther 8:2)
Ester habló de nuevo delante del rey, cayó a sus pies, y llorando, le imploró que impidiera los propósitos perversos de Amán el Agagueo y el plan que había tramado contra los Judíos.
El rey extendió hacia Ester el cetro de oro, y Ester se levantó y se puso delante del rey, (Esther 8:4)
y dijo: "Si le place al rey, y si he hallado gracia delante de él, si el asunto le parece bien al rey y yo soy grata ante sus ojos, que se escriba para revocar las cartas concebidas por Amán, hijo de Hamedata, el Agagueo, las cuales escribió para destruir a los Judíos que están en todas las provincias del rey. (Esther 8:5)
Porque ¿cómo podría yo ver la calamidad que caería sobre mi pueblo? ¿Cómo podría yo ver la destrucción de mi gente?" (Esther 8:6)

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Esther 8:3 - Cross Reference

Entonces Ezequías volvió su rostro hacia la pared y oró al SEÑOR: (Isaiah 38:2)
Sí, luchó con el ángel y prevaleció, Lloró y Le pidió Su ayuda; En Betel (Casa de Dios) Lo encontró, Y allí El habló con nosotros, (Hosea 12:4)
Y se echó a sus pies y le dijo: "Señor mío, sólo sobre mí sea la culpa. Le ruego que permita que su sierva le hable, y que escuche las palabras de su sierva. (1 Samuel 25:24)
porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para el exterminio, para la matanza y para la destrucción. Y si sólo hubiéramos sido vendidos como esclavos o esclavas, hubiera permanecido callada, porque el mal no se podría comparar con el disgusto del rey." (Esther 7:4)
Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente. (Hebrews 5:7)
Pero cuando ella llegó al monte, al hombre de Dios, se abrazó de sus pies. Y Giezi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: "Déjala, porque su alma está angustiada y el SEÑOR me lo ha ocultado y no me lo ha revelado." (2 Kings 4:27)
Y Amán dijo al rey Asuero: "Hay un pueblo esparcido y diseminado entre los pueblos en todas las provincias de su reino; sus leyes son diferentes de las de todos los demás pueblos, y no guardan las leyes del rey, así que no conviene al rey dejarlos vivos . (Esther 3:8)