¿Estoy pidiendo lo que Jesús aprueba?
Charles Spurgeon¡Qué promesa tan amplia! ¡Algo! Ya sean grandes o pequeñas, todas mis necesidades están cubiertas por esa palabra "algo". Ven, alma mía, con libertad delante del propiciatorio, y oye a tu Señor cuando te dice: "Abre tu boca, y yo la llenaré".
¡Qué promesa tan sabia! Siempre hemos de pedir en el nombre de Jesús. A la vez que esto nos alienta, también lo honra a Él. Este es un argumento constante. Ocasionalmente cualquier otro argumento es oscurecido, especialmente aquellos que podríamos sacar de nuestra propia relación con Dios, o nuestra experiencia de Su gracia; pero en momentos así, el nombre de Jesús es tan poderoso en el trono como siempre, y podemos argumentarlo con plena seguridad.