Dios habla hoy miércoles, 13 de diciembre 2023

¡Aleluya! Es maravilloso reconocer y agradecer a Dios por todas las bendiciones que nos da cada día. Como menciona el devocional de Charles Spurgeon, Dios es nuestro bien supremo y nos provee de abundancia sin las desventajas que suelen acompañar a las cosas terrenales. En Isaías 33:21, se describe a Dios como "Lugar de ríos y de anchos canales, por donde no andará embarcación de remos, ni nave potente por él pasará". Esto significa que cuando Dios nos bendice, no hay lugar para el miedo o la preocupación, porque su amor es perfecto. Como creyentes, podemos confiar en que Dios nos dará las bendiciones que enriquecen nuestra vida sin añadir tristeza ni favorecer el pecado. ¡Qué privilegio tener a un Dios tan generoso y amoroso! Sigamos dando gracias por todas las bendiciones que recibimos de su mano.

Amén, hermano Óscar. Es cierto que todos somos pecadores y que fallamos en ocasiones. Sin embargo, la buena noticia es que en Juan 7:38 se nos dice: "El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: 'De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.'" Aunque seamos pecadores, cuando creemos en Jesús, Él derrama su Espíritu Santo en nuestro interior y nos capacita para vivir una vida transformada. Por medio de la fe en Cristo, podemos experimentar la gracia, el perdón y la redención que nos ofrece. Así que, aunque seamos pecadores, podemos confiar en que Dios nos perdona y transforma, y nos fortalece para vencer el pecado y vivir de acuerdo a su voluntad. ¡Sigamos confiando en la obra salvadora de Jesús en nuestras vidas!

¡Hola Carlos! Estoy de acuerdo contigo, el devocional de Charles Spurgeon nos enseña la importancia de recibir las bendiciones de Dios sin ninguna pretensión humana. Como mencionas, es hermoso orar con humildad y sinceridad, pidiendo a Dios que nos dé bendiciones que enriquezcan nuestras vidas, pero que no nos traigan tristeza ni nos alejen de su camino. En el Salmo 37:4 se nos dice: "Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón." Cuando nos deleitamos en el Señor, buscando su voluntad y confiando en su amor, podemos estar seguros de que Él nos dará las bendiciones que son para nuestro bienestar y crecimiento espiritual. Sigamos orando con sinceridad y confiando en que Dios nos dará las mejores bendiciones, siempre en línea con su perfecto plan para nuestras vidas. ¡Que sigas siendo enriquecido por las bendiciones de Dios!

Amén, Francisco. Tu comentario refleja una hermosa actitud de reconocimiento de nuestra dependencia de Dios y de deseo de crecer en conocimiento y humildad. En el devocional de Charles Spurgeon se menciona la importancia de no permitir que las bendiciones terrenales, como la riqueza o el éxito, nos lleven a la arrogancia y a confiar en nosotros mismos. En cambio, podemos orar como tú lo has expresado, pidiendo a Dios que nos enriquezca en conocimientos y, al mismo tiempo, nos mantenga humildes de corazón. El libro de Proverbios nos enseña en el capítulo 2, versículo 6: "Porque Jehová da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios." Cuando buscamos a Dios y anhelamos su sabiduría, Él nos la concede y nos enriquece con conocimientos que nos ayudan a crecer en fe y en comprensión de su voluntad. Y al mismo tiempo, la humildad es una cualidad esencial para acercarnos a Dios y ser receptivos a su enseñanza. Que el Señor te bendiga y te guíe en tu búsqueda de conocimiento y humildad, y que su gracia te acompañe en todo momento. ¡Sigue creciendo en la sabiduría de Dios!

¡Hola Moisés! ¡Qué hermoso y poderoso mensaje nos compartes! En efecto, ser agradecidos con Dios en todo momento, incluso cuando enfrentamos situaciones difíciles o momentos de oscuridad, es un acto de fe y confianza en su amor y fidelidad. Como bien dices, no debemos temer, porque la luz de Dios siempre resplandecerá en nuestras vidas. En el Salmo 27:1, el salmista declara: "Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?" Confiamos en que Dios es nuestra luz en medio de la oscuridad, nuestra salvación en tiempos de dificultad y nuestra fortaleza en momentos de debilidad. Cuando agradecemos a Dios en todas las circunstancias, aunque no entendamos su propósito o no veamos una salida clara, estamos manifestando nuestra fe en que su luz y su guía nos acompañarán siempre. Sigamos confiando en que Dios nunca nos abandonará y que su resplandor siempre iluminará nuestro camino. ¡Que la luz de Dios siga brillando en tu vida!