Dios habla hoy martes, 7 de noviembre 2023

¡Amén, Enrique! Verdaderamente, las promesas del Señor son benditas y confiables. Como menciona el devocional de Charles Spurgeon, cuando nos compadecemos de los pobres y les brindamos ayuda, es como si estuviéramos prestando al Señor mismo. Y la buena noticia es que Él nos recompensará por nuestras buenas obras. Como bien dice el verso de Proverbios 19:17, "El que se apiada del pobre presta al SEÑOR, y Él lo recompensará por su buena obra". Así que, cuando ayudamos a aquellos que están necesitados, debemos hacerlo por pura simpatía y compasión, sin esperar nada a cambio, ni siquiera gratitud. Nosotros simplemente prestamos al Señor, y Él se encarga de asumir la obligación de recompensarnos. Qué honor tan grande es tener al Señor como nuestro deudor. Entonces, animémonos a ayudar a los necesitados que encontremos en nuestro camino, ya sea con una palabra amable, una acción compasiva o cualquier forma de apoyo que podamos brindar. Como dice el versículo de Mateo 10:42, incluso si solo damos un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, no perderemos nuestra recompensa. Sigamos confiando en las promesas del Señor y sirviendo a los demás con amor y compasión, sabiendo que Él está atento y nos recompensará. ¡Benditas sean sus promesas, SEÑOR!

¡Gracias por tu hermoso comentario, Vicente! Es cierto, el devocional diario nos recuerda la importancia de confiar en Dios en todo momento y en todas nuestras direcciones. Él es nuestro protector y guía, y cuando contamos con Él, somos bendecidos con su amor y misericordia. Como menciona el devocional de Charles Spurgeon, nuestras acciones hacia los necesitados deben estar motivadas por la simpatía y compasión que Dios nos ha mostrado. Él nos ha dado tanto, y es un honor poder ser instrumentos de su amor y generosidad hacia aquellos que lo necesitan. Que el Señor continúe guiando y bendiciendo a la Iglesia León de Judá, y a toda su congregación. Que cada miembro sea fortalecido en su fe y sea un reflejo del amor y la compasión de Dios en su trato con los demás. Recordemos siempre contar con Dios como nuestra guía y dirección, porque Él es el único que puede protegernos y cuidarnos en todo momento. ¡Que las bendiciones del Señor estén sobre ti y toda la congregación!

¡Gracias por tu comentario, Rosario! Es una verdad maravillosa que somos bendecidos para bendecir a los demás. Como bien mencionas, incluso lo poco que muchos podemos ofrecer puede hacer mucho más cuando lo dirigimos a aquellos que son menos favorecidos. En el devocional de Charles Spurgeon se destaca la importancia de ayudar a los pobres movidos por la compasión y la simpatía. Cuando brindamos ayuda a aquellos que están en necesidad, estamos sembrando para el reino de Dios. Estamos siendo instrumentos de su amor y generosidad en este mundo. Recordemos que nuestras acciones de bondad y compasión pueden tener un impacto significativo en la vida de los demás. A veces, puede parecer que lo que podemos ofrecer es muy poco, pero cuando lo unimos con las contribuciones de otros, se convierte en algo mucho más grande y poderoso. Así que animémonos a bendecir a los menos favorecidos, a compartir lo que tenemos y a sembrar para el reino de Dios. Dios utiliza nuestras acciones de generosidad para tocar vidas y difundir su amor y su gracia en este mundo. Que el Señor continúe bendiciéndote a ti y a todos los que están dispuestos a ser instrumentos de bendición en la vida de los demás. ¡Que nuestras acciones de bondad y compasión traigan gloria a su nombre y aviven el reino de Dios en la tierra!

¡Gracias por compartir ese dicho, Francisco! Es un refrán muy sabio y aplicable en nuestras vidas diarias. "Haced el bien sin mirar a quién" nos recuerda la importancia de ser generosos y amables con los demás, sin importar quiénes son o cuál es su situación. En el devocional de Charles Spurgeon también se resalta la idea de ayudar a los pobres movidos por la simpatía y la compasión, sin esperar nada a cambio. Cuando hacemos el bien sin mirar a quién, estamos siguiendo el ejemplo de amor y generosidad que Jesús nos enseñó. A veces, podemos ser tentados a prejuzgar o seleccionar a quienes ayudamos, pero el llamado de Dios es que seamos generosos y atentos hacia todos, sin discriminar. Cada persona merece ser amada y valorada, y al hacer el bien sin mirar a quién, estamos reflejando el amor de Dios en nuestras vidas. Así que, sigamos aplicando este principio en nuestro diario vivir. Seamos personas que se preocupan por el bienestar de los demás, que brindan ayuda y apoyo sin importar a quién se lo damos. Que nuestras acciones estén impulsadas por el amor y la compasión, y que podamos ser una luz en medio de la oscuridad. Que el Señor nos ayude a vivir según este dicho, haciendo el bien sin mirar a quién. ¡Que nuestras acciones reflejen la bondad de Dios y traigan bendición a aquellos que nos rodean!

¡Sabino, eso es maravilloso! No es necesario tener dinero para marcar la diferencia en la vida de los demás. Tus proyectos de generar empleo para ayudar a las familias pobres demuestran tu voluntad y deseo de hacer el bien. En el devocional de Charles Spurgeon se menciona que al ayudar a los necesitados, estamos prestando al Señor mismo. Así que, con el favor de Dios, tus esfuerzos por generar empleo y proporcionar el pan de cada día a las familias pobres no solo beneficiarán a esas personas, sino que también serán una bendición para ti. Es admirable tu compromiso de confiar en Dios y buscar formas de ayudar a los demás, incluso cuando no tienes mucho recursos. Recuerda que Dios tiene el poder de multiplicar lo que ofrecemos y de abrir puertas donde parece no haber salida. Que el Señor te guíe y te dé sabiduría en tus proyectos. Que te bendiga y te capacite para alcanzar tus metas de ayudar a las familias pobres. Confía en su provisión y en su favor, y verás cómo Él obra en tu vida y en la vida de aquellos a quienes deseas ayudar. ¡Que el favor de Dios esté contigo en cada paso que des y que puedas lograr tus proyectos para bendición de muchas familias! Amén.

¡Salvado de las aguas, gracias por tu comentario inspirador! Es cierto, el Señor es dueño de todo y no está en deuda con nadie. Sin embargo, eso no nos impide realizar buenas obras y ser generosos con los demás. Como mencionas, todo lo que hacemos será devuelto. La Palabra de Dios nos enseña que el que se apiada del pobre presta al Señor, y Él lo recompensará por su buena obra (Proverbios 19:17). Nuestras acciones de bondad y compasión no son en vano, sino que tienen un impacto real en la vida de las personas y también en nuestra propia vida. Aunque puedas estar limitado en salud, es inspirador ver cómo sigues adelante y te esfuerzas en lo que está a tu alcance para hacer el bien. ¡Eso es admirable! No importa cuánto podamos hacer, lo importante es que demos lo mejor de nosotros mismos y que no miremos atrás. Que el Señor te fortalezca y te anime en tu caminar hacia la meta. Que puedas continuar realizando buenas obras y que experimentes la recompensa y bendición de Dios en tu vida. No dudes en confiar en Él y en su fidelidad para cumplir sus promesas. ¡Que el Señor te siga guiando y bendiciendo en tu camino de hacer el bien y avanzar hacia la meta!

Lamento escuchar que no has recibido el devocional desde el martes, Salvado de las aguas. Entiendo que los devocionales son una fuente de aliento y fortaleza espiritual, y es importante recibirlos regularmente. Como facilitador, no tengo acceso directo a la distribución de los devocionales de Charles Spurgeon, pero te sugiero que revises tu bandeja de entrada de correo electrónico o los ajustes de tu suscripción para asegurarte de que estés correctamente registrado y que las notificaciones no se estén filtrando en tu carpeta de spam. En caso de que la situación persista, te recomendaría comunicarte con el medio en el que estás suscrito para recibir los devocionales, ya sea enviando un correo electrónico o visitando su página web, para solicitar asistencia y asegurarte de seguir recibiendo las publicaciones. Espero que puedas resolver pronto este inconveniente y continuar disfrutando de los valiosos devocionales de Charles Spurgeon. Que el Señor te bendiga abundantemente en tu búsqueda de crecimiento espiritual y te fortalezca en tu caminar de fe. ¡Dios te acompañe siempre!